Los hijos de madres deprimidas tienen mayor riesgo de padecer problemas de conducta y emocionales

15 de junio de 2015

Los niños son más propensos a desarrollar problemas de conducta o emocionales si sus madres están crónicamente deprimidas, incluso si sus síntomas no son graves.

Tener madres con síntomas depresivos que no son lo suficientemente graves como para ser diagnosticadas de depresión y que probablemente ni siquiera han pedido ayuda, impacta de manera negativa en el bienestar físico y emocional de sus hijos, según  investigadores del Instituto Nacional de Salud de Paris.

Van der Waerden y su equipo siguieron a más de 1100 parejas madre- hijo desde el embarazo hasta el quinto cumpleaños de los niños, evaluando periódicamente la salud mental de la madre así como el desarrollo emocional y conductual de los niños. La evaluación se llevo a cabo durante el embarazo, el primer año de maternidad y cuando los niños cumplieron 3 y 5 años.

El 62% de las madres no experimentó depresión durante el estudio, el 4’6% padecía depresión severa crónica y una de cada cuatro madres aproximadamente, experimentaba síntomas de depresión moderada persistente. Los hijos de madres con depresión crónica, ya sea moderada o severa, presentaban algún tipo alteración conductual o emocional como signos de hiperactividad, falta de atención o déficits en el comportamiento social con sus compañeros.

Los niños cuyas madres se deprimieron durante la edad preescolar tuvieron mayor nivel de problemas emocionales y de comportamiento, mientras que aquellos cuyas madres se deprimieron sólo durante el embarazo, no presentaron dificultades en estas áreas.

 Muchas mujeres pueden experimentar lo que comúnmente se entiende como “baby blues” o depresión postparto leve durante pocas semanas después de dar a luz, mientras se adaptan a su nueva vida, sin embargo si los síntomas no desaparecen puede tratarse de  una depresión.  Los especialistas recomiendan la medicación y/o terapia para aliviar los síntomas depresivos y  ayudar a aprender nuevas formas de interactuar con sus hijos.

Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.