Los retos ante la esquizofrenia

21 de julio de 2015

Quien padece esquizofrenia sufre una distorsión de su forma de percibir, sentir e interpretar la realidad que les rodea. Percepción, pensamiento, emoción y conducta son las principales facultades que se van deteriorando con cada recaída o brote.

Sólo en España este desorden afecta a más de  400.000 personas. Los expertos coinciden en subrayar la importancia  de lo que asumen como dos grandes retos: la detección precoz para minimizar los daños y la continuidad del tratamiento para evitar las recaídas y su consecuente deterioro.

La esquizofrenia se manifiesta a través de episodios psicóticos cuyos síntomas más característicos son las alucinaciones y delirios, aunque el pensamiento, el lenguaje y la conducta desorganizada también forman parte de los  síntomas positivos, llamados así por ser comportamientos nuevos o añadidos a la conducta previa del paciente. Los síntomas negativos son aquellos que implican una interrupción de los comportamientos normales,  como por ejemplo la apatía, falta de energía,  embotamiento y escasez de palabras. Estos síntomas se suelen manifestar antes y especialmente después de que se den los síntomas positivos, de manera residual. Además, la enfermedad suele afectar a las capacidades cognitivas, presentándose déficits de atención, concentración y memoria.

En ocasiones los pacientes añaden a su sintomatología estados depresivos, a consecuencia del peso que conlleva saber que se padece la enfermedad.  En otros casos sin embargo, los pacientes manifiestan un déficit de conciencia de enfermedad. Al no considerarse enfermos, no contemplan la opción de tratarse como una alternativa válida, por lo que son reacios a empezar o continuar el tratamiento.

Impedir nuevas crisis es la clave para proteger las funciones y capacidades del enfermo ya que según se van sucediendo los episodios, se acentúa el deterioro de las áreas afectadas. Además,  la respuesta al tratamiento tiende a empeorar con cada recaída. Entre un 80 y 85% de los pacientes que abandonan el tratamiento acaba recayendo . Del mismo modo una detección temprana puede evitar que la enfermedad vaya a más, frenando un mayor menoscabo de las facultades del paciente.

Por Instituto Carbonell 23 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que la idea de que “los hombres son básicos” es un prejuicio muy extendido, pero injusto y limitante. Señala que muchas personas llegan a consulta afirmando que los hombres solo se enfocan en trabajar, comer, estar con amigos, tener sexo y dormir, y que no conectan con inquietudes más profundas. Sin embargo, destaca que esta etiqueta no refleja la realidad: cada individuo —hombre o mujer— tiene su propio mundo emocional, sus proyectos y su nivel de complejidad personal. En su experiencia clínica, ha visto hombres con gran sensibilidad y mujeres que se relacionan mejor con hombres que con otras mujeres. Concluye que mantener estos prejuicios solo dificulta encontrar pareja y genera expectativas negativas. Por eso, invita a tratar a cada persona como un ser único, sin etiquetas, abriendo espacio al diálogo y a la construcción de relaciones auténticas.
Por Instituto Carbonell 22 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica lo que llama “el síndrome de la garrapata”, refiriéndose a personas que absorben la energía, motivación y organización de quienes tienen una vida bien estructurada, llena de proyectos, ambiciones y hábitos saludables. Señala que estos “chupadores de energía” pueden ser amigos, compañeros de trabajo, parejas o incluso familiares muy queridos, pero que aun así se apoyan excesivamente en quienes ven más fuertes, más capaces o más motivados, dejando caer sobre ellos su propia falta de iniciativa. El Dr. Carbonell destaca que estas personas tienden a subirse al proyecto de vida ajeno sin aportar, aprovechándose de la capacidad del otro para organizarse, avanzar y sostener responsabilidades. Por eso insiste en que el primer paso es identificarlos y el segundo, establecer límites claros. Aunque podamos quererlos y respetarlos, es fundamental proteger la propia energía, reconocer que los éxitos y esfuerzos propios no tienen por qué ser utilizados por otros, y dejar claro que no deben depender continuamente de uno.
Por Instituto Carbonell 21 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que las conversaciones que duelen son inevitables en la pareja, la familia, el trabajo o cualquier relación significativa. Señala que enfrentar estos diálogos difíciles es necesario para aclarar situaciones, poner nombre a lo que incomoda y evitar que los conflictos se estanquen o se prolonguen en el tiempo. Indica que la falta de estas conversaciones puede generar monotonía, distanciamiento, rupturas o pérdida de complicidad. Por ello, recomienda no huir, sino afrontar con valentía estos momentos, ya que son la clave para liberar tensiones, resolver problemas y fortalecer las relaciones.