Medicina forestal: La terapia del bosque

9 de diciembre de 2015

La medicina forestal es muy común en otros países, llegando a incorporarla en la cartera pública de servicios, como es el caso de Japón. En España, profesionales de los hospitales de Santa Caterina y Josep Trueta, coordinados por el jefe de neurología Secundino López, han comprobado los múltiples beneficios terapéuticos que puede tener el contacto con los bosques.

Al parecer, estar en contacto con estos entornos naturales no sólo es un antídoto contra el estrés, sino que también puede reforzar el sistema inmunitario, reducir la adrenalina y la tensión arterial, promover el aumento de proteínas anticancerígenas y mejorar el estado de salud general.

Además, según los primeros estudios piloto, los enfermos de fibromialgia pueden llegar a reducir a la mitad los días que sufren dolor y fatiga mediante el ejercicio en los bosques.

La Dra. Cristina Oriol, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y colaboradora del programa Salvens, ha explicado que los bosques viejos y maduros expulsan mayor cantidad de unas sustancias volátiles llamadas “fitocinas” que al ser inhaladas producen beneficios en el sistema límbico cerebral. Estas sustancias comenta la Dra. Oriol, tienen efectos beneficiosos a nivel fisiológico, reduciendo el estrés y activando el sistema inmunitario y las células que actúan como anticancerígenos y de protección antibacterias y virus, las llamadas células “asesinas” o natural Killer.

Por su parte el ingeniero forestal J. Hidalgo, al mando del programa Salvens, afirma que la mayor complejidad de los bosques maduros hace que existan mayores concentraciones de elementos naturales como musgos, líquenos y sustancias volátiles o fitocinas que benefician al organismo humano y que por lo tanto será necesario proteger como parte de la biodiversidad que albergan esos espacios naturales.

Por Instituto Carbonell 12 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando una relación no fluye de manera natural —ya sea con amistades del pasado, con una expareja, con hijos o con los propios padres— forzarla solo genera desgaste y tensiones innecesarias. Señala que es legítimo intentar recuperar la cordialidad, pero también es esencial reconocer el punto en el que el esfuerzo deja de ser sano y empieza a perjudicar nuestro bienestar. Añade que no debemos supeditar nuestra vida al deseo de obtener perdón o restaurar algo que no avanza por sí solo. Concluye que, si las cosas fluyen, adelante; pero si no, no vale la pena sacrificar la salud emocional intentando que funcione lo que no está preparado para funcionar.
Por Instituto Carbonell 11 de diciembre de 2025
Desde InstitutoCarbonell , te recordamos los horarios que tendremos durante los días festivos. ¡Felices fiestas!
Por Instituto Carbonell 10 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los altibajos forman parte natural de cualquier relación y que no existen parejas que vivan en un estado idílico permanente. Señala que, así como las personas tienen días buenos y malos, también las parejas atraviesan momentos de gran complicidad y otros de desconexión, ya sea por estrés, cansancio, desacuerdos o situaciones personales. Subraya que una relación sana no se basa en la perfección, sino en el trabajo diario: comunicación constante, comprensión de las necesidades del otro, mostrar amor y cariño, y estar atentos a evitar actitudes que puedan generar sentimiento de rechazo. Añade que la presión social por aparentar relaciones ideales —siempre felices, siempre en viajes, siempre perfectas— es irreal y perjudicial. El Dr. José Carbonell concluye que estas fluctuaciones no son fallos de la relación, sino parte de su esencia. El amor, el respeto y el apoyo mutuo se construyen día a día, especialmente en los momentos difíciles.