La parte emocional de la pérdida de peso

14 de diciembre de 2015

Una nueva investigación sugiere que la pérdida de peso duradera debe incluir tanto control físico como psicológico.

Los expertos señalan que sólo el 8% de los que se ponen como objetivo de año nuevo la pérdida de peso, realmente consiguen mantenerla. Los estudios también muestran que casi dos de cada tres personas que pierden peso lo ganan de nuevo, y que cuanto más peso se pierde, menos posibilidades hay de mantenerlo.

La Dra. en psicología y neuropsicología y directora del programa de medicina integrativa en Orlando Health, Diane Robinson, comenta que estos datos no sorprenden teniendo en cuenta que la mayoría de gente se centra exclusivamente en los aspectos físicos de la pérdida de peso, como la dieta y el ejercicio. Sin embargo, existe un importante componente emocional que la gran mayoría de gente pasa por alto y que puede sabotear rápidamente sus esfuerzos.

Una reciente encuesta nacional de más de un millón de personas muestra que el 31% de los estadounidenses piensa que la principal barrera para la pérdida de peso es la falta de ejercicio, el 26% piensa que es debido a la mala alimentación, el 17% lo atribuye al coste del estilo de vida saludable y el 12% piensa que es debido al compromiso de tiempo que requiere. Tan solo una de cada 10 personas consideran que el bienestar psicológico es un factor a tener en cuenta.

Robinson explica la importancia de no pensar sólo en lo que comemos sino también entender porqué estamos comiendo.

Hemos aprendido a asociar desde pequeños la comida con las emociones, pues ha sido utilizada en forma de premio cuando hacíamos algo bien o de consolación cuando estábamos tristes, además de ser el foco central de todas nuestras celebraciones. Por todo ello, muchas veces no solo usamos la comida para nutrirnos, sino para sentirnos mejor.

Robinson aconseja que aprendamos a identificar cuando comemos realmente por hambre y cuando es por otro motivo. Por ello, puede ser útil mantener un registro de las comidas y estado de ánimo asociado y buscar patrones poco saludables. Si frecuentemente los motivos por los que comemos son otros más allá del hambre, sería aconsejable dejarse asesorar por un profesional de la salud mental.

Por Instituto Carbonell 16 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que algunas personas, por su naturaleza introvertida o por dificultad para expresar lo que sienten, utilizan los silencios como una forma de comunicación. Estos “silencios a gritos” no buscan hacer daño, sino indicar que algo en la relación no está funcionando. Advierte que, si se prolongan y se acompañan de cambios de conducta, son una señal de alerta que invita a reflexionar y a ajustar la dinámica de la pareja. Por consiguiente, es importante reconocer estos silencios como llamadas de atención y buscar soluciones antes de que la relación se deteriore.
Por Instituto Carbonell 15 de diciembre de 2025
El insomnio es una condición que afecta a la capacidad de dormir adecuadamente. Puede influir negativamente en distintos ámbitos de la vida de una persona, por ejemplo, puede afectar al estado de ánimo y generar ansiedad o irritabilidad. En el insomnio también se pueden producir dificultades respiratorias, llegando incluso a originarse apneas del sueño. Las causas son diversas, pero se sabe que el estrés puede interferir en el descanso. Identificar el insomnio a tiempo permite aplicar estrategias que mejoren la calidad de vida y ayuden a modificar hábitos poco saludables. Algunas recomendaciones son: Evitar el uso de pantallas antes de dormir. Limitar las siestas durante el día. Mantener una iluminación adecuada al acostarse. Asegurar que los elementos de descanso sean confortables. Establecer un horario regular de sueño cada día. Evitar la automedicación. En opinión del Dr. Carbonell, la mejor forma de combatir el insomnio es la adopción y el aprendizaje de buenos hábitos y conseguir una adecuada higiene del sueño.
Por Instituto Carbonell 15 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que además del cuidado físico, es fundamental desarrollar el “músculo cerebral” a través del estudio, la lectura, la cultura y el aprendizaje continuo. Señala que muchas veces el intelecto de las personas no se aprecia de inmediato y que es necesario valorar el desarrollo mental tanto como el físico. Advierte que no se trata de competir entre cuerpo e intelecto, sino de combinarlos, ya que ambos aportan equilibrio y fortalecen las relaciones y la vida personal. Destaca que cultivar la mente permite crecer, aportar a los demás y superar inseguridades, convirtiéndose en un complemento esencial al cuidado del cuerpo.