Mejorar la memoria mediante 5 agradables prácticas

30 de junio de 2015

¿No consigues acordarte de casi nada? El cerebro funciona como un músculo que necesita ser entrenado para mantenerse en forma. Incorporando prácticas sencillas y agradables en nuestra rutina diaria podemos mejorar nuestras facultades mentales, como la atención  y la memoria.

1. Caminar menos de media hora al día. No es necesario participar en una maratón pero es importante la constancia.  Caminar poco menos de media hora al día de manera constante es suficiente para que a la larga (un año aproximadamente) aumentemos el tamaño del hipocampo, estructura principal encargada de la memoria. Por el contrario, el sedentarismo tiende a contraer dicha estructura.

2. Consumir  alimentos ricos en Omega-3. Incluir  en nuestra dieta alimentos ricos en estos ácidos grasos, nos  ayuda a prevenir el deterioro cognitivo, mejorando nuestras capacidades cognitivas. Podemos encontrarlos en pescados ­–salmón, sardinas, bacalao (especialmente el hígado) caballa, atún…- frutos secos –nueces, almendras, soja…  Y  en menor cantidad vegetales como las espinacas o la col.

3. Aprender algo nuevo. Nunca es tarde para aprender algo nuevo y el abanico de posibilidades es infinito. Apuntarse a clases de cocina, aprender un idioma, realizar un nuevo deporte, tocar un instrumento, apuntarse a clases de baile… Todo ello y mucho más son excelentes formas de desafiar nuestra mente  además de aportar emociones positivas.

4. Dormir suficientes horas y si se puede hacer la siesta.  El sueño es fundamental para nuestra salud en todos los niveles y repercute especialmente en nuestra memoria. En un estudio realizado en la Universidad de Nueva York, se ha demostrado que 20 minutos de siesta ayudan a relajar la mente y mejorar nuestra capacidad para almacenar y recuperar información. Además otro estudio publicado recientemente en la revista Neurobiology of Learning and Memory, asegura que aumentar el tiempo de la siesta a 45 minutos multiplica por cinco la capacidad de memoria.

5. Meditar. Los beneficios de la meditación son múltiples y entre ellos se encuentra la mejora de la atención y la memoria. Sentarnos cómodamente 10 minutos cada día, mientras observamos el flujo de nuestra respiración, ayudará a mejorar nuestras capacidades cognitivas además de aportarnos serenidad y bienestar.

Por Instituto Carbonell 13 de junio de 2025
El Dr. Carbonell plantea una reflexión sobre el exceso de exigencia personal al que muchas personas se someten en su vida cotidiana. A través de su experiencia como médico y psiquiatra, comenta que con frecuencia atiende en consulta a individuos que intentan cumplir con estándares altísimos en todos los ámbitos: familiar, profesional, académico, emocional y de pareja. Estas personas persiguen una perfección que, en realidad, no existe, y en el proceso se olvidan de sí mismas y de su bienestar. El Dr. Carbonell advierte que vivir intentando cumplir con tantas responsabilidades y expectativas externas tiene un precio elevado, que termina afectando seriamente la calidad de vida. Cuando todo empieza a sentirse “demasiado”, es señal de que se ha cruzado un límite importante. Por eso, invita a hacer una pausa, a reevaluar prioridades y a adoptar una mirada más compasiva hacia uno mismo. En lugar de seguir empujando los propios límites hasta el agotamiento, propone poner el foco en el equilibrio personal y en la necesidad de recuperar el disfrute del día a día. Recomienda dejar de lado el perfeccionismo y aprender a decir que no, poniendo la salud mental y emocional por encima de las obligaciones impuestas o autoimpuestas. En conclusión, el Dr. Carbonell recuerda que no se debe jugar con la salud. Cuando la vida se vuelve abrumadora, es fundamental dar un paso atrás y priorizar el propio bienestar antes que las expectativas ajenas o la necesidad de cumplir con todo.
Por Instituto Carbonell 12 de junio de 2025
El Dr. Carbonell analiza el comportamiento de las personas excesivamente insistentes, aquellas que, a pesar de no recibir respuesta o interés, siguen buscando contacto a través de llamadas, mensajes, correos o apariciones frecuentes. Este tipo de insistencia, que puede comenzar como una muestra de interés legítimo, se convierte en un problema cuando no se respetan los límites que la otra persona intenta establecer. Según el Dr. Carbonell, es comprensible que al principio alguien insista con la intención de demostrar interés o de confirmar si hay una posibilidad real de vínculo. El problema surge cuando esa insistencia se vuelve invasiva, persiste frente a señales claras de rechazo o incomodidad, y no se acepta un “no” como respuesta. Por eso, el Dr. Carbonell recomienda establecer límites firmes y expresarlos de forma clara y directa. Es importante comunicar sin ambigüedades que no se desea continuar el contacto, que la otra persona está actuando unilateralmente y que su comportamiento está empezando a generar un impacto negativo. Si, pese a ello, la insistencia persiste y se traspasan los límites del respeto y la libertad personal, es necesario considerar la posibilidad de acudir a recursos legales para proteger el bienestar y la integridad emocional.  En resumen, el Dr. Carbonell subraya la importancia de no permitir que una relación indeseada o desequilibrada invada el espacio personal. La claridad, el autocuidado y, si es necesario, la intervención formal, son esenciales para poner fin a este tipo de situaciones.
Por Instituto Carbonell 11 de junio de 2025
El Dr. Carbonell aborda el fenómeno de la doble vida, un comportamiento que, aunque sorprendente, ha observado en numerosas ocasiones a lo largo de su experiencia clínica. Explica que existen personas que son capaces de mantener dos vidas paralelas —en ocasiones, incluso dos familias distintas— sin que una sepa de la existencia de la otra. Este tipo de comportamiento no siempre está asociado a perfiles extravagantes o fácilmente sospechosos; al contrario, muchas veces proviene de personas aparentemente normales, discretas y sencillas, lo que genera una gran sorpresa en quienes las rodean. El Dr. Carbonell subraya que su función como profesional no es juzgar, sino comprender y acompañar. No obstante, pone el foco en quienes sufren las consecuencias de estas dobles vidas: las víctimas, que pueden descubrir años después la existencia de otra familia, otros hijos, u otra vida completamente desconocida. A esas personas les recuerda que no tienen ninguna culpa de lo ocurrido y que la responsabilidad recae únicamente en quien eligió vivir con ocultamientos y engaños. En cuanto a las personas que llevan esa doble vida, muchas veces, cuando intentan justificar sus actos, reconocen que la situación se les fue de las manos. Afirman que no supieron cómo ponerle fin, ni a quién elegir, y que, finalmente, aprendieron a sostener ambas realidades simultáneamente, aunque ello implicara una gran carga emocional y, en muchos casos, daño colateral. En definitiva, el Dr. Carbonell confirma que sí, existen personas capaces de llevar una doble vida, pero lamentablemente, los que más sufren no son quienes la viven, sino quienes la descubren tarde y deben reconstruir su mundo emocional a partir de esa traición.