Mindfulness: felicidad autogenerada

8 de abril de 2015

Presente, aceptación y reorientación hacia los propios valores son los cimientos sobre los que se construyen estas “novedosas” opciones terapéuticas que entierran sus raíces en la tradición budista hace aproximadamente 2500 años.

Gracias a la propagación de las filosofías orientales en el mundo occidental surgen las terapias de tercera generación. Sus principios terapéuticos serían: dejar de luchar contra los síntomas, así como desarrollo, concienciación y orientación de la vida hacia los propios objetivos y valores. Dentro del marco de las terapias de tercera generación encontramos las terapias basadas en mindfulness.

Mindfulness se puede traducir como “atención plena”. Se trata de una técnica de meditación en la que la atención se focaliza en algún estímulo interno o externo presente mientras se observa el flujo de los pensamientos.

Una buena forma de empezar a practicarlo es mediante la focalización de la atención en el fluir de nuestra respiración. Nos centramos en la entrada, recorrido y salida de aire. No es extraño que mientras realizamos esta operación aparezcan pensamientos que nos distraigan de nuestra tarea, sólo debemos darnos cuenta y dejarlos ir, sin culpabilidad, para volver amablemente a nuestro foco de atención. Al darnos cuenta de los pensamientos, establecemos una distancia con estos, no tomándolos como verdades absolutas ni identificándonos con sus contenidos y por ende con sus emociones, desligándonos así de la rigidez mental y respuestas automatizadas.

La práctica de mindfulness comporta multitud de beneficios avalados por investigaciones científicas. Tanto es así, que se ha comprobado la capacidad de esta técnica para modificar físicamente la estructura cerebral. Estudios recientes señalan que la práctica del mindfulness provoca una activación en las mismas áreas cerebrales que cuando tenemos pensamientos positivos. Esto supone que las personas que practican la atención plena, tengan una mayor accesibilidad a este tipo de pensamientos. Es decir, desarrollamos más las neuronas que más utilizamos y debilitamos las que usamos menos, como ocurre con el resto de nuestro cuerpo.

Las consecuencias a medio y largo plazo de esta técnica conllevan, entre otros beneficios, que interpretemos la realidad de la mejor manera posible, favoreciendo el correcto funcionamiento psicológico y aumentando la sensación de felicidad.

Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.