Mindfulness: felicidad autogenerada

8 de abril de 2015

Presente, aceptación y reorientación hacia los propios valores son los cimientos sobre los que se construyen estas “novedosas” opciones terapéuticas que entierran sus raíces en la tradición budista hace aproximadamente 2500 años.

Gracias a la propagación de las filosofías orientales en el mundo occidental surgen las terapias de tercera generación. Sus principios terapéuticos serían: dejar de luchar contra los síntomas, así como desarrollo, concienciación y orientación de la vida hacia los propios objetivos y valores. Dentro del marco de las terapias de tercera generación encontramos las terapias basadas en mindfulness.

Mindfulness se puede traducir como “atención plena”. Se trata de una técnica de meditación en la que la atención se focaliza en algún estímulo interno o externo presente mientras se observa el flujo de los pensamientos.

Una buena forma de empezar a practicarlo es mediante la focalización de la atención en el fluir de nuestra respiración. Nos centramos en la entrada, recorrido y salida de aire. No es extraño que mientras realizamos esta operación aparezcan pensamientos que nos distraigan de nuestra tarea, sólo debemos darnos cuenta y dejarlos ir, sin culpabilidad, para volver amablemente a nuestro foco de atención. Al darnos cuenta de los pensamientos, establecemos una distancia con estos, no tomándolos como verdades absolutas ni identificándonos con sus contenidos y por ende con sus emociones, desligándonos así de la rigidez mental y respuestas automatizadas.

La práctica de mindfulness comporta multitud de beneficios avalados por investigaciones científicas. Tanto es así, que se ha comprobado la capacidad de esta técnica para modificar físicamente la estructura cerebral. Estudios recientes señalan que la práctica del mindfulness provoca una activación en las mismas áreas cerebrales que cuando tenemos pensamientos positivos. Esto supone que las personas que practican la atención plena, tengan una mayor accesibilidad a este tipo de pensamientos. Es decir, desarrollamos más las neuronas que más utilizamos y debilitamos las que usamos menos, como ocurre con el resto de nuestro cuerpo.

Las consecuencias a medio y largo plazo de esta técnica conllevan, entre otros beneficios, que interpretemos la realidad de la mejor manera posible, favoreciendo el correcto funcionamiento psicológico y aumentando la sensación de felicidad.

Por Instituto Carbonell 24 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell reflexiona sobre la importancia y efectividad de la terapia online, especialmente en contextos en los que la vida cotidiana dificulta el acceso presencial a un profesional de la salud mental. Señala que muchas personas —como madres con hijos pequeños, personas con familiares dependientes, profesionales con agendas muy exigentes o quienes viajan constantemente— simplemente no tienen el tiempo ni la posibilidad de desplazarse hasta una consulta. Ante esta realidad, el Dr. Carbonell afirma con claridad que la terapia online es una alternativa perfectamente válida y, en muchos casos, extraordinariamente efectiva. Aclara que, si bien lo ideal puede ser el encuentro presencial, es mucho mejor optar por la modalidad online que dejar de recibir ayuda por falta de tiempo.  Subraya que no debemos permitir que las obligaciones diarias se conviertan en excusa para no cuidarnos emocionalmente, sobre todo cuando la solución puede estar tan cerca como una llamada o una videollamada. Desde la pandemia, asegura, la terapia online se ha convertido en una práctica habitual y sus resultados son muy positivos. Por tanto, anima a no descartar esta vía de apoyo y a priorizar el bienestar emocional sin importar las circunstancias.
Por Instituto Carbonell 23 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell aborda en este mensaje una idea clave: no hay que tener miedo ni vergüenza de contarle la propia vida a un profesional de la salud mental, aunque este sea, al principio, un completo extraño. Explica que muchas personas llegan a su consulta con la duda o resistencia de hablar de temas personales con alguien que no conocen, temiendo ser juzgados por sus decisiones o por su historia de vida. Sin embargo, el Dr. Carbonell aclara que los profesionales, ya sean psicólogos o psiquiatras, están precisamente para escuchar sin juicio, para comprender y ayudar. Su labor no consiste en dictaminar si las decisiones tomadas han sido buenas o malas, sino en acompañar al paciente en el proceso de entender sus dificultades y encontrar herramientas para gestionar mejor su vida cotidiana.  Además, insiste en que no es necesario estar en una situación extrema para acudir a terapia. Pedir ayuda no implica debilidad, sino inteligencia emocional y compromiso con uno mismo. Todo el trabajo personal que se realiza en consulta —aunque sea con un "extraño"— se traduce directamente en mayor bienestar, equilibrio y calidad de vida a largo plazo.
Por Instituto Carbonell 22 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell propone cuatro consejos esenciales para afrontar una ruptura sentimental de manera saludable y constructiva. En primer lugar, subraya que el tiempo juega a favor de quien sufre. Aunque el dolor emocional sea intenso, es fundamental no tomar decisiones importantes mientras se atraviesa el duelo, ya que en ese estado la claridad mental está alterada y las acciones pueden no ser las más acertadas. En segundo lugar, el Dr. Carbonell advierte sobre el peligro de la especulación. Fantasear con lo que podría haber sido, pensar en lo que la otra persona está haciendo o en lo que uno debió hacer, no aporta nada positivo y alimenta el sufrimiento. Por ello, invita a evitar este tipo de pensamientos innecesarios. El tercer consejo es aplicar el llamado "contacto cero". Esto implica dejar de seguir a la expareja en redes sociales, evitar encuentros con amigos comunes que puedan reactivar el vínculo emocional, y tomar distancia para poder recuperar el equilibrio personal.  Finalmente, el cuarto consejo apunta hacia el trabajo personal. El Dr. Carbonell anima a reconectar con la propia esencia, a reencontrarse con la mejor versión de uno mismo, a reconstruirse emocionalmente y, en definitiva, a recuperar la libertad interna y avanzar hacia una nueva etapa con mayor fortaleza.