Listo para una cita

4 de julio de 2025

El Dr. Carbonell plantea una reflexión sobre el momento en que una persona se prepara para salir a una cita, especialmente tras una ruptura reciente o un momento emocional delicado. Como médico y psiquiatra, recibe a menudo consultas de personas que se preguntan si están verdaderamente listas para conocer a alguien nuevo, si han sanado lo suficiente o si es el momento adecuado para embarcarse en una nueva conexión.



El Dr. Carbonell reconoce que, aunque es cierto que el ser humano necesita tiempo para recuperarse emocionalmente, ese proceso no es igual para todos. No existe una fórmula universal. Hay quienes se sienten preparados más rápidamente, mientras que otros requieren más tiempo. Lo fundamental, según él, no es tanto el momento cronológico sino la claridad sobre lo que se busca en esa cita.


¿Se está buscando una pareja estable, un amigo, una conversación amena o simplemente compañía? ¿Se conoce ya a la persona con la que se va a quedar, o es una cita a ciegas, tal vez iniciada a través de redes sociales? Todas estas variables influyen en la experiencia. Por eso, el Dr. Carbonell insiste en la necesidad de ir a una cita con expectativas realistas, abiertas y flexibles. Puede salir bien, puede no salir como uno espera, o puede evolucionar hacia una amistad o hacia algo más profundo.


Para él, lo más importante es no sobrecargar ese encuentro con presión ni con exigencias. Una cita siempre puede ser, al menos, una oportunidad para conocer a alguien nuevo, para socializar y para seguir conociéndose a uno mismo. Además, recuerda que lo más probable es que la otra persona también esté nerviosa o con dudas similares.


En definitiva, el Dr. Carbonell aconseja tomarse las citas con naturalidad, ligereza y espíritu deportivo, entendiendo que cada encuentro es parte del camino, no necesariamente un destino.

Por Instituto Carbonell 3 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que comenzar una relación pensando que “no va a durar” es una forma de autoprotección, pero en realidad conduce a un autosabotaje. Señala que esta actitud hace que uno se enfoque en los aspectos negativos para confirmar su creencia de que la relación fracasará. Recomienda equilibrar la perspectiva: no se trata de idealizar ni de ignorar los problemas, sino de dar una verdadera oportunidad a la relación y permitir que la realidad demuestre si puede funcionar de manera natural.
Por Instituto Carbonell 2 de octubre de 2025
Los celos no siempre aparecen por lo que pasa en el presente. A veces surgen mirando al pasado, cuando la figura de la expareja de quien hoy es tu compañero o compañera se convierte en una sombra constante. A este fenómeno se le ha llamado “Síndrome de Rebecca”, inspirado en la novela de Daphne du Maurier. En la vida real, esta situación se traduce en lo que conocemos como “celos retrospectivos”: sentir que no se compite contra una persona, sino contra un recuerdo idealizado. Tal como indica Infante, C. en el artículo, los celos no son necesariamente patológicos. Son una emoción humana y universal. El problema surge cuando se vuelven la base de una relación: cuando todo gira en torno al miedo a perder al otro. En el artículo también se explica, la importancia de diferenciar entre lo que sentimos y lo que hacemos con ello. Sentir celos no es malo, pero usarlo como excusa para controlar o invadir la intimidad de la pareja sí lo es. Los celos pueden convertirse en un verdadero problema cuando dejan de ser una emoción pasajera y se instalan como un hábito en la relación, cuando la atención se centra de forma obsesiva en la expareja o cuando la relación parece sostenerse solo a partir de la inseguridad. En muchos casos, estos celos pueden surgir de inseguridades propias, experiencias pasadas o comparaciones que hemos aprendido a hacer desde nuestra historia personal. No se trata de controlar a la otra persona, sino de miedos internos sobre no ser suficiente o de sentir que podemos perder el afecto de quien queremos. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, no podemos elegir qué emociones aparecen, pero sí aprender a gestionar cómo reaccionamos ante ellas. Compararnos con otros solo nos roba tranquilidad, cuando lo realmente importante es reconocer que cada persona tiene su propio valor. Y si los celos comienzan a afectar la relación o generan malestar en alguna de las partes, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud mental que pueda acompañar y orientar en este proceso.
Por Instituto Carbonell 2 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando en una pareja existe una diferencia en el deseo sexual, es fundamental abordarlo con comunicación y negociación constante. Señala que, así como se validan los intereses personales del otro en otros ámbitos, también debe reconocerse la importancia que el sexo puede tener para uno de los miembros. Advierte que ignorar este desequilibrio solo genera una grieta cada vez mayor en la relación. Recomienda hablarlo de forma directa, buscar acuerdos y, si es necesario, recurrir a un profesional que ayude a gestionar el problema, ya que lo esencial es no dejarlo sin resolver.