No vales para nada

25 de mayo de 2025

El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda con firmeza la gravedad de la frase “no vales para nada”. Según él, este tipo de comentario jamás debería tener cabida en una relación saludable, salvo en un contexto evidentemente cómico e inofensivo. Si se dice en serio, indica una profunda falta de respeto y representa una forma clara de violencia verbal o psicológica.


El doctor subraya que la base de cualquier relación sana debe ser la ausencia total de violencia y el respeto absoluto. Cuando una persona emite juicios humillantes o descalificativos, como decir que el otro “no vale nada”, está cruzando una línea muy peligrosa. No se trata de una simple discusión ni de una diferencia de opiniones: es una agresión emocional que hiere la autoestima y puede tener consecuencias duraderas.


Además, advierte sobre una práctica común pero inaceptable: restarle importancia al comentario ofensivo después de haberlo dicho, con frases como “no era para tanto” o “no te lo tomes así”. Para el Dr. Carbonell, esta actitud solo perpetúa el abuso y la manipulación emocional, ya que deslegitima el dolor de la otra persona y blanquea la violencia.


Es fundamental entender que estar en desacuerdo o tener problemas en una relación nunca justifica el maltrato. Se puede expresar una crítica, una opinión o una frustración desde el respeto, sin menospreciar al otro. En este sentido, ninguna pareja debería tolerar palabras que atenten contra su valor personal o su dignidad.


Por ello, el doctor recomienda que, si una persona se ve envuelta en una relación donde recibe este tipo de comentarios, se lo plantee seriamente. Es necesario evaluar si esa relación es saludable o si está generando daño emocional. Y en muchos casos, la mejor decisión puede ser cortar ese vínculo, porque el amor jamás debería ir de la mano del desprecio.


En resumen, el Dr. Carbonell insiste en que nadie tiene derecho a decirte que no vales para nada, y que el respeto es el único terreno fértil para construir una relación real y duradera. Si no se respeta tu valor como persona, esa relación no te conviene.

Por Instituto Carbonell 6 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los microdesprecios, aunque pequeños y a veces inconscientes, son de las conductas que más desgastan una relación. Señala que estos gestos —no tenerte en cuenta en planes, dejarte al margen en detalles cotidianos o ignorarte en situaciones sociales— minan poco a poco la autoestima y deterioran vínculos con parejas, familiares, amigos o compañeros de trabajo. Propone como prueba clave imaginar si la otra persona se sentiría despreciada si tú hicieras lo mismo: si la respuesta es sí, entonces estás ante un microdesprecio. Concluye que la única forma de protegerse es identificarlos, confrontarlos y, si es necesario, tomar distancia para no permitir que sigan afectando tu bienestar emocional.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
Según el Consejo General de la Psicología de España, con la pérdida de un ser querido, suelen aparecer emociones como la tristeza, la culpa y el resentimiento. Desde un punto de vista psicológico, es importante aprender a gestionar el duelo. Algunas recomendaciones para transitar estas etapas son las siguientes: Poder dedicarte tiempo, hacer actividades placenteras como hacer deporte, escuchar música y salir con los amigos, son de gran ayuda. Recordar que permitirse tener sensaciones placenteras no significa que ha olvidado a su ser querido, sino que tiene la fortaleza para seguir adelante. Permítete ser flexible y respetar tus emociones a la hora de enfrentarte a las reuniones navideñas. En opinión del Dr. Carbonell, las etapas del duelo son un proceso natural. Aprender a aceptarlas y gestionarlas de manera saludable es clave para transitar el duelo. Recordar al ser querido con alegría puede ayudar a gestionarlo de manera más adaptativa y saludable.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que el fenómeno de “los princesos” surge de un cambio generacional en el que muchos hombres han pasado de llevar toda la iniciativa —a veces incluso en exceso— a adoptar una postura más pasiva, buscando seguridad para no sentirse rechazados. Señala que hoy las relaciones se entienden más desde la igualdad y la negociación, dejando atrás la idea rígida de roles entre hombres y mujeres. Por ello, recomienda no caer en la pasividad mutua: para gestionar este tipo de dinámicas, ambas partes deben asumir que la iniciativa es cosa de dos y que, si nadie da el paso, la relación simplemente no avanza.