Pautas para superar las distorsiones cognitivas

14 de enero de 2016

En el anterior artículo hablábamos de las 10 principales distorsiones cognitivas identificadas por el psiquiatra Aaron T. Beck y más tardes popularizadas por el Dr. David Burns.

¿Qué podemos hacer para superar las distorsiones cognitivas y cambiarlas por maneras más saludables y realistas de pensar?

  1. Toma conciencia : A menudo vamos por la vida con el piloto automático, sin darnos cuenta de la influencia que tienen nuestros pensamientos automáticos en nuestra toma de decisiones y en nuestros sentimientos. Si prestamos atención la próxima vez que nos sintamos ansiosos, irritados o frustrados, podemos descubrir que es lo que nos estamos diciendo a nosotros mismos. El primer paso para cambiar nuestro diálogo interno negativo es darnos cuenta que lo tenemos.
  1. Cuestiona tus pensamientos : Cuando hayamos identificado nuestros pensamientos podemos ponerlos a prueba. ¿Es realmente cierto que nunca haces nada bien? Prácticamente seguro que puedes encontrar ejemplos de ocasiones en las que has tenido éxito. Pregúntate si lo que piensas es algo objetivo y te estás basando en hechos, o por el contrario estás infiriendo conclusiones. Pregúntate también la utilidad del pensamiento. ¿Realmente te ayuda a solucionar el problema? ¿Cómo te hace sentir?

Puede ser útil escribir esos pensamientos cuando los identifiquemos para ver más claramente qué distorsiones tenemos y poder elaborar estrategias para a abordarlos.

  1. Explora la raíz de tus distorsiones : Las experiencias pasadas influyen en nuestros esquemas mentales y en las distorsiones cognitivas, por lo que llegar al origen puede ayudarnos a comprender y redirigir nuestros pensamientos de una forma más productiva.
  1. Sigue adelante : Ya tienes las armas para combatir los pensamientos negativos no realistas y hallar nuevos caminos, reformulando tales pensamientos en realistas. Ahora puedes evaluar de manera realista la situación, determinar lo que puedes cambiar y lo que queda fuera de tu control y seguir adelante.

Si necesitas ayuda en el proceso de conexión con tu diálogo interno, puedes consultar con un profesional de la salud mental.

Fuente: Dr. David Sack. PsychCentral.

Por Instituto Carbonell 14 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que no existe una diferencia de edad perfecta en la pareja, porque lo verdaderamente determinante no son los años, sino la conexión emocional. Señala que en consulta ha visto parejas con grandes diferencias de edad —tanto hombres mayores con mujeres más jóvenes como a la inversa— que funcionan muy bien gracias a su complicidad, afinidad intelectual, intereses compartidos y energía similar. Destaca que ninguna edad garantiza que una relación vaya a durar, del mismo modo que tampoco lo hacen otros factores como la cultura, los hijos o los proyectos en común. Por ello, recomienda no dejarse influir por la opinión social y centrarse en lo que la relación aporta a quienes la viven. Concluye afirmando que, más allá de estadísticas o prejuicios, lo esencial es cómo cada pareja cuida su vínculo y afronta sus propias complejidades.
Por Instituto Carbonell 13 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que en la vida, y especialmente en el amor, no todo vale. Señala que aunque tengamos objetivos personales o afectivos, jamás debemos alcanzarlos a costa de manipular, engañar o pasar por encima de los sentimientos de los demás. Advierte que actuar sin límites éticos nos convierte en personas que buscan su propio placer o gratificación sin considerar el daño causado, y eso tiene consecuencias. Subraya que vivimos rodeados de personas con emociones reales, que confían en nuestras palabras y pueden sufrir si usamos esas palabras solo para obtener lo que queremos. Concluye recordando que, igual que no queremos que nos hagan daño, tampoco debemos causarlo: no todo vale y nuestras acciones siempre tienen impacto.
Por Instituto Carbonell 12 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando una relación no fluye de manera natural —ya sea con amistades del pasado, con una expareja, con hijos o con los propios padres— forzarla solo genera desgaste y tensiones innecesarias. Señala que es legítimo intentar recuperar la cordialidad, pero también es esencial reconocer el punto en el que el esfuerzo deja de ser sano y empieza a perjudicar nuestro bienestar. Añade que no debemos supeditar nuestra vida al deseo de obtener perdón o restaurar algo que no avanza por sí solo. Concluye que, si las cosas fluyen, adelante; pero si no, no vale la pena sacrificar la salud emocional intentando que funcione lo que no está preparado para funcionar.