¿Persona vitamina?

7 de febrero de 2025


El Dr. José Carbonell explora el concepto de "persona vitamina", un término que considera hermoso y positivo, pero también ligado a una percepción idealizada. Define a las personas vitamina como aquellas que aportan energía, apoyo y motivación a quienes las rodean. Son individuos que siempre tienen proyectos, transmiten entusiasmo y están presentes en los momentos difíciles, ofreciendo una base de estabilidad y confianza.


Sin embargo, el doctor subraya que nadie puede ser una persona vitamina todo el tiempo. Incluso él admite que algunos días se siente como una persona vitamina, pero otros no. Del mismo modo, menciona que su pareja a veces lo es, pero en otras ocasiones necesita que él sea quien tome el rol de apoyo. Este intercambio es natural y refleja la realidad de las relaciones humanas, que son dinámicas y no siempre perfectas.


Carbonell enfatiza la importancia de la normalidad en las relaciones y en la vida en general. Destaca que la sociedad actual tiene ciertos desafíos relacionados con los valores, las relaciones de pareja y la relación con uno mismo. Según el doctor, muchas personas podrían beneficiarse de un proceso terapéutico que les permita conocerse mejor y gestionar sus emociones. Este autoconocimiento no solo ayuda a construir una mayor estabilidad personal, sino que también permite ofrecer apoyo genuino a los demás sin generar expectativas irreales.


El doctor también advierte contra idealizar a las personas vitamina. Si bien estas son maravillosas, es importante tener precaución y no creer que todo será perfecto siempre, ya que ni las relaciones ni las personas lo son. Reconocer esto ayuda a gestionar mejor las expectativas y a valorar tanto los momentos en los que uno puede ser una fuente de energía para los demás como aquellos en los que se necesita apoyo.


En conclusión, ser una persona vitamina o tener a alguien así en la vida es una experiencia positiva, pero debe abordarse con realismo y comprensión de que todos somos humanos y tenemos días buenos y malos. La clave es buscar un equilibrio y trabajar en uno mismo para poder ofrecer lo mejor de nuestra personalidad a quienes nos rodean.

Por Instituto Carbonell 6 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los microdesprecios, aunque pequeños y a veces inconscientes, son de las conductas que más desgastan una relación. Señala que estos gestos —no tenerte en cuenta en planes, dejarte al margen en detalles cotidianos o ignorarte en situaciones sociales— minan poco a poco la autoestima y deterioran vínculos con parejas, familiares, amigos o compañeros de trabajo. Propone como prueba clave imaginar si la otra persona se sentiría despreciada si tú hicieras lo mismo: si la respuesta es sí, entonces estás ante un microdesprecio. Concluye que la única forma de protegerse es identificarlos, confrontarlos y, si es necesario, tomar distancia para no permitir que sigan afectando tu bienestar emocional.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
Según el Consejo General de la Psicología de España, con la pérdida de un ser querido, suelen aparecer emociones como la tristeza, la culpa y el resentimiento. Desde un punto de vista psicológico, es importante aprender a gestionar el duelo. Algunas recomendaciones para transitar estas etapas son las siguientes: Poder dedicarte tiempo, hacer actividades placenteras como hacer deporte, escuchar música y salir con los amigos, son de gran ayuda. Recordar que permitirse tener sensaciones placenteras no significa que ha olvidado a su ser querido, sino que tiene la fortaleza para seguir adelante. Permítete ser flexible y respetar tus emociones a la hora de enfrentarte a las reuniones navideñas. En opinión del Dr. Carbonell, las etapas del duelo son un proceso natural. Aprender a aceptarlas y gestionarlas de manera saludable es clave para transitar el duelo. Recordar al ser querido con alegría puede ayudar a gestionarlo de manera más adaptativa y saludable.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que el fenómeno de “los princesos” surge de un cambio generacional en el que muchos hombres han pasado de llevar toda la iniciativa —a veces incluso en exceso— a adoptar una postura más pasiva, buscando seguridad para no sentirse rechazados. Señala que hoy las relaciones se entienden más desde la igualdad y la negociación, dejando atrás la idea rígida de roles entre hombres y mujeres. Por ello, recomienda no caer en la pasividad mutua: para gestionar este tipo de dinámicas, ambas partes deben asumir que la iniciativa es cosa de dos y que, si nadie da el paso, la relación simplemente no avanza.