¿Puede el ruido del tráfico crear depresión y ansiedad?

6 de febrero de 2020
Los factores de riesgo en ansiedad y depresión, según un artículo publicado por el Hospital Universitari Clínic de Barcelona, se pueden dividir en dos tipos: los predisponentes y los desencadenantes. La suma de ambos grupos puede provocar un trastorno de ansiedad y/o depresión.

Los factores de riesgo predisponentes hacen que una persona sea más vulnerable en sufrir ansiedad y/o depresión. Algunos ejemplos de éstos son factores hereditarios (tener familiares con algún tipo de trastorno de ansiedad y/o depresión) o estilos de crianza (tener un vínculo no afectivo entre padres e hijos está relacionado con una mayor vulnerabilidad a tener estos trastornos).

Los factores de riesgo desencadenantes son los que provocan la aparición del trastorno. Por ejemplo, entre éstos están las situaciones de estrés y la forma de afrontamiento (las personas que tienden a la evitación tienen mayor probabilidad de desarrollar ansiedad o depresión). 

A estos, se les podría añadir un nuevo factor de riesgo que resulta algo singular, encontrado en un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III (liderado por Julio Díaz y Cristina Linares, del departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Sanidad), publicado en la revista Science of the Total Environment .

El resultado de la investigación es que la contaminación acústica urbana, como el ruido del tráfico o la contaminación del aire, es un factor de riesgo en los ingresos hospitalarios urgentes por estas enfermedades. El artículo explica que aunque no haya muchos estudios relacionados con el tema hay que seguir profundizando en la relación entre el ruido del tráfico, el estrés neurológico y el desarrollo de enfermedad mental.

En opinión del Dr. Carbonell, en referente a lo que queda reflejado en el artículo anterior, el ruido es un factor de riesgo a tener en cuenta en aquellas personas que desarrollan ansiedad y/o depresión.
Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.