¿Qué es el síndrome del “nido vacío”?

11 de febrero de 2020

El síndrome del “nido vacío” se podría explicar cómo un sentimiento de tristeza y pérdida que tienen los padres cuando los hijos abandonan la casa familiar para independizarse. Debemos tener en cuenta que no tiene un diagnóstico clínico, ni todos los padres lo sufren de la misma forma. Tony Crespo, psicólogo de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Casa de Salud de Valencia, comenta en el artículo “ Los síntomas del «nido vacío» ” (ABC, 2020), que los síntomas de este síndrome no deberían durar más de 6 meses. Y aconseja mantenerse ocupado con nuevos objetivos para sobrellevar la situación.

Este “dolor” por la marcha de los hijos de la casa familiar afecta a ambos progenitores por igual, aunque algunos estudios comentan que hay más mujeres que lo padecen porque suelen ser las madres quienes asumen el rol de cuidador principal.

Los síntomas son similares a los que podemos tener en un proceso de separación o pérdida afectiva. Suelen ser sentimientos de tristeza, soledad y vacío interior, o incluso sensación de aburrimiento. Se recuerdan los momentos del pasado con añoranza. También es posible que haya problemas para conciliar el sueño.

Tener estos síntomas forma parte del proceso de transición, pero cuando no se tienen las herramientas necesarias para manejar las emociones que se producen, se puede derivar en depresión o ansiedad.

Algunas de las posibles causas de este síndrome son: Cuando supone un cambio de rutina en la vida familiar, por ejemplo disminución de responsabilidades por parte de los padres, cambio de horarios, … Cuando los progenitores no tienen un trabajo remunerado, y dedican todo su tiempo al cuidado de los hijos. Esto hace que tengan que buscar otras tareas para estar ocupados. Cuando el matrimonio es “inestable o insatisfactorio” y el cuidado de los hijos era el motivo de unión… Entre otras.

Este síndrome se agrava cuando ocurren otros eventos vitales al mismo tiempo, como por ejemplo jubilación, menopausia, fallecimiento de uno de los padres, … Todo esto supone un factor estresante que dificulta el manejo de la independencia de los hijos.

El dolor que puede producir esta sensación no se reconoce al instante, ya que no es una enfermedad sino una crisis vital para algunas familias. Esto puede hacer que los padres no reciban apoyo o empatía por parte de su entorno, porque el hecho de que un adulto se independice es un evento normal en nuestra sociedad. Por lo tanto, si consideramos que la situación nos sobrepasa es importante buscar ayuda en los profesionales de la salud mental.

En opinión del Dr. Carbonell, frente a cualquier situación tan importante como que se vaya un hijo de casa se puede sufrir un duelo que nos puede llevara recaer o desarrollar un problema de ansiedad o depresión. Lo ideal sería acudir a un profesional para ayudar en ese proceso de adaptación y no esperar la aparición de los síntomas mencionados que precisarían tratamiento.

Por Instituto Carbonell 11 de junio de 2025
El Dr. Carbonell aborda el fenómeno de la doble vida, un comportamiento que, aunque sorprendente, ha observado en numerosas ocasiones a lo largo de su experiencia clínica. Explica que existen personas que son capaces de mantener dos vidas paralelas —en ocasiones, incluso dos familias distintas— sin que una sepa de la existencia de la otra. Este tipo de comportamiento no siempre está asociado a perfiles extravagantes o fácilmente sospechosos; al contrario, muchas veces proviene de personas aparentemente normales, discretas y sencillas, lo que genera una gran sorpresa en quienes las rodean. El Dr. Carbonell subraya que su función como profesional no es juzgar, sino comprender y acompañar. No obstante, pone el foco en quienes sufren las consecuencias de estas dobles vidas: las víctimas, que pueden descubrir años después la existencia de otra familia, otros hijos, u otra vida completamente desconocida. A esas personas les recuerda que no tienen ninguna culpa de lo ocurrido y que la responsabilidad recae únicamente en quien eligió vivir con ocultamientos y engaños. En cuanto a las personas que llevan esa doble vida, muchas veces, cuando intentan justificar sus actos, reconocen que la situación se les fue de las manos. Afirman que no supieron cómo ponerle fin, ni a quién elegir, y que, finalmente, aprendieron a sostener ambas realidades simultáneamente, aunque ello implicara una gran carga emocional y, en muchos casos, daño colateral. En definitiva, el Dr. Carbonell confirma que sí, existen personas capaces de llevar una doble vida, pero lamentablemente, los que más sufren no son quienes la viven, sino quienes la descubren tarde y deben reconstruir su mundo emocional a partir de esa traición.
Por Instituto Carbonell 10 de junio de 2025
El Dr. Carbonell reflexiona sobre una situación común en las relaciones sociales: cuando dos personas cercanas, amigos o conocidos, presentan versiones diferentes de un mismo conflicto y nos piden que tomemos partido. Ante esta disyuntiva, subraya que ambas personas pueden tener razón desde su propia perspectiva, ya que cada uno interpreta la realidad a través de su experiencia emocional y subjetiva. El Dr. Carbonell aconseja no intervenir directamente ni posicionarse a favor de una de las partes. En cambio, propone escuchar con empatía a ambos, recordando que, muchas veces, lo único que buscan es ser comprendidos, más que tener razón. Tomar partido solo puede llevar a tensiones innecesarias, e incluso al deterioro de las relaciones con uno u otro amigo. Además, advierte que involucrarse en un conflicto ajeno, incluso si nos presentan pruebas como mensajes, vídeos o imágenes, puede colocarnos en una posición incómoda o comprometida. Al brindar apoyo a uno, es fácil que el otro se sienta traicionado o juzgado, algo que no es deseable si se quiere mantener una relación saludable con ambos. En conclusión, el Dr. Carbonell recomienda mantener una postura neutral y no dejarse arrastrar por dinámicas de confrontación entre terceros. Cada uno tiene su versión legítima de los hechos y no es nuestra responsabilidad resolver un conflicto que no nos pertenece.
Por Instituto Carbonell 9 de junio de 2025
El Dr. Carbonell explica que los líos amorosos suelen surgir con frecuencia en contextos específicos, especialmente durante los viajes. Aunque una persona pueda tener una relación estable, con planes de futuro y todo aparentemente en orden, al irse de viaje puede experimentar un cambio de perspectiva emocional. En ese entorno diferente, con la sensación de libertad y desconexión de la rutina, es común que aparezca alguien que parece encarnar una conexión única o idealizada. El Dr. Carbonell advierte que en estos escenarios se altera temporalmente la escala de valores, ya que se entra en un estado de disfrute y apertura, compartido también por la otra persona involucrada. Este ambiente artificial puede hacer que todo se sienta más intenso o mágico de lo que realmente es. Además, señala que la falta de sueño, el aumento de actividad social y la vulnerabilidad emocional del momento favorecen este tipo de situaciones. Por ello, el Dr. Carbonell recomienda precaución. Aunque estos encuentros pueden parecer emocionantes, al regresar a la vida cotidiana pueden tener consecuencias serias. Muchas veces, se pone en riesgo todo lo construido en una relación sólida por una experiencia breve pero intensa. Concluye subrayando la importancia de reflexionar antes de actuar, especialmente cuando lo que está en juego es el bienestar emocional propio y de los demás.