¿Qué es la agorafobia?
29 de julio de 2021
Según la American Psychiatric Association (APA), la agorafobia es miedo o ansiedad intensa a estar en sitios cerrados (tiendas, cine, …), espacios abiertos (mercados, parkings, …), transporte público (autobús, tren, …), estar en medio de una multitud y/o el simple hecho de estar solo fuera de casa. La persona que lo sufre evita todas estas situaciones, ya que tiene la idea errónea de que no podrá salir de ahí o pedir ayuda, si le pasa algo, como por ejemplo, un infarto. Es un miedo o ansiedad desproporcionado al peligro real.
¿Cuál es la posible causa? A veces es desconocida, y en otras ocasiones está relacionada con haber sufrido un ataque de pánico. El miedo a volver a tener un ataque de pánico puede desarrollar la agorafobia. También se debe tener presente factores como la genética, el estrés, la personalidad, … o el uso de sustancias tóxicas.
¿Qué consecuencias tiene para la persona? Tener agorafobia afecta a todas las áreas de la vida de una persona (social, laboral, familiar, …), ya que afecta al funcionamiento diario. Las personas con este trastorno se sienten inseguras en determinadas situaciones, lo que les lleva a que sean incapaces de salir de casa.
¿Cuál es el tratamiento? La recomendación es un tratamiento combinado, por un lado, el tratamiento farmacológico pautado por el médico psiquiatra, y por el otro, el tratamiento psicológico.
En opinión del psiquiatra Dr. Carbonell, desde Palma, la persona con agorafobia vive con una angustia constante y miedo a determinadas situaciones, que le lleva a evitarlas, afectando a su día a día. Si estás pasando por esto o conoces a alguien que presente estos síntomas, es importante acudir a profesionales de la salud mental para saber gestionar el miedo y la ansiedad y poder volver a recuperar la funcionalidad. El tratamiento combinado es la mejor opción para estos casos.
Fuente: ABC

El Dr. José Carbonell explica que los microdesprecios, aunque pequeños y a veces inconscientes, son de las conductas que más desgastan una relación. Señala que estos gestos —no tenerte en cuenta en planes, dejarte al margen en detalles cotidianos o ignorarte en situaciones sociales— minan poco a poco la autoestima y deterioran vínculos con parejas, familiares, amigos o compañeros de trabajo. Propone como prueba clave imaginar si la otra persona se sentiría despreciada si tú hicieras lo mismo: si la respuesta es sí, entonces estás ante un microdesprecio. Concluye que la única forma de protegerse es identificarlos, confrontarlos y, si es necesario, tomar distancia para no permitir que sigan afectando tu bienestar emocional.

Según el Consejo General de la Psicología de España, con la pérdida de un ser querido, suelen aparecer emociones como la tristeza, la culpa y el resentimiento. Desde un punto de vista psicológico, es importante aprender a gestionar el duelo. Algunas recomendaciones para transitar estas etapas son las siguientes: Poder dedicarte tiempo, hacer actividades placenteras como hacer deporte, escuchar música y salir con los amigos, son de gran ayuda. Recordar que permitirse tener sensaciones placenteras no significa que ha olvidado a su ser querido, sino que tiene la fortaleza para seguir adelante. Permítete ser flexible y respetar tus emociones a la hora de enfrentarte a las reuniones navideñas. En opinión del Dr. Carbonell, las etapas del duelo son un proceso natural. Aprender a aceptarlas y gestionarlas de manera saludable es clave para transitar el duelo. Recordar al ser querido con alegría puede ayudar a gestionarlo de manera más adaptativa y saludable.

El Dr. José Carbonell explica que el fenómeno de “los princesos” surge de un cambio generacional en el que muchos hombres han pasado de llevar toda la iniciativa —a veces incluso en exceso— a adoptar una postura más pasiva, buscando seguridad para no sentirse rechazados. Señala que hoy las relaciones se entienden más desde la igualdad y la negociación, dejando atrás la idea rígida de roles entre hombres y mujeres. Por ello, recomienda no caer en la pasividad mutua: para gestionar este tipo de dinámicas, ambas partes deben asumir que la iniciativa es cosa de dos y que, si nadie da el paso, la relación simplemente no avanza.

