Pautas para manejar la autoexigencia
5 de agosto de 2021
Cuando nos imponemos metas demasiado exigentes, que ocupan todo nuestro tiempo, agotamos nuestra energía, no le dedicamos tiempo a las cosas que nos gustan, … Utilizamos de forma habitual las palabras “tengo que…”, “debo de…” o la mayoría de los días te impones una serie de obligaciones que necesitas cumplir para sentirte mejor. A veces queremos hacer tantas cosas, ser los mejores en todo, en ámbito laboral, escolar, familiar, … llegar a todo. Ser los más productivos, conseguir todos los éxitos, ser perfectos.
Todo esto nos lleva a una situación de estrés, un huracán de emociones y pensamientos que nos recuerdan de manera constante que no hemos cumplido con las tareas que nos hemos impuesto. Si esto te pasa, es posible que te encuentres en una situación de autoexigencia.
¿Qué consecuencias puede tener el ser tan autoexigente? Es posible que proyectemos nuestra autoexigencia, de manera inconsciente, hacia nuestro entorno (pareja, hijos, …). Esto no solo genera frustración hacia ellos mismos por su autoexigencia, sino que además sienten que las personas de su alrededor le fallan, teniendo consecuencias en sus relaciones sociales.
¿Y cómo podemos hacer para ser más flexibles con nosotros mismos? En primer lugar, se recomienda analizar cuánta exigencia viene de nosotros y cuánta de nuestro entorno. Separar estas dos partes nos permitirá quedarnos solo con la que es nuestra. Así quitaremos el peso de la exigencia impuesta por los demás.
También, podría ayudarnos a reflexionar cómo fue nuestra infancia. Algunas veces, el tipo de educación que hemos recibido por parte de los padres y la escuela influye en el nivel de autoexigencia. Es decir, si de pequeños nos exigían mucho o no, puede influir en cuánto de autoexigente somos de adultos.
En segundo lugar, otra recomendación puede ser hacer una lista con nuestras prioridades. Hay que tener en cuenta que la primera es dedicar tiempo a descansar, tiempo a hacer aquello que nos gusta y nos permite desconectar. Esta técnica nos permitirá observar que el pensamiento exigente nos lleva a actuar de forma automática, dando prioridad a cosas que tal vez no lo son.
Por último, permitirnos equivocarnos. Los errores nos ayudan a aprender, a saber que debemos cambiar. Si fallamos, analizamos la situación, que variable es la que no ha funcionado, cambiarla y volverlo a intentar con la modificación.
En definitiva, aunque la autoexigencia tiene su parte positiva, como que nos ayuda a sentirnos eficaces y útiles, es importante aprender a gestionarla y ponerle los límites necesarios. No podemos estar al mando de la rigidez de la autoexigencia, ya que no puede provocar un malestar emocional, llegando a sufrir ansiedad, depresión, …
En opinión del psiquiatra Dr. Carbonell, desde Palma, al igual que la autoexigencia puede ser muy beneficiosa, también puede generar múltiples problemas a nivel individual y a nivel del entorno de la persona que lo padece. Las personas que padecen autoexigencia siempre buscan la solución incrementando el nivel de exigencia siendo muchas veces incapaces de poder hacerlo de otra manera. Incluso, hacerlo diferente les hace sentirse peor. Es importante acudir a profesionales de la salud mental si nos encontramos ante esta situación.
Fuente: ABC

El Dr. José Carbonell reflexiona sobre la importancia y efectividad de la terapia online, especialmente en contextos en los que la vida cotidiana dificulta el acceso presencial a un profesional de la salud mental. Señala que muchas personas —como madres con hijos pequeños, personas con familiares dependientes, profesionales con agendas muy exigentes o quienes viajan constantemente— simplemente no tienen el tiempo ni la posibilidad de desplazarse hasta una consulta. Ante esta realidad, el Dr. Carbonell afirma con claridad que la terapia online es una alternativa perfectamente válida y, en muchos casos, extraordinariamente efectiva. Aclara que, si bien lo ideal puede ser el encuentro presencial, es mucho mejor optar por la modalidad online que dejar de recibir ayuda por falta de tiempo. Subraya que no debemos permitir que las obligaciones diarias se conviertan en excusa para no cuidarnos emocionalmente, sobre todo cuando la solución puede estar tan cerca como una llamada o una videollamada. Desde la pandemia, asegura, la terapia online se ha convertido en una práctica habitual y sus resultados son muy positivos. Por tanto, anima a no descartar esta vía de apoyo y a priorizar el bienestar emocional sin importar las circunstancias.

El Dr. José Carbonell aborda en este mensaje una idea clave: no hay que tener miedo ni vergüenza de contarle la propia vida a un profesional de la salud mental, aunque este sea, al principio, un completo extraño. Explica que muchas personas llegan a su consulta con la duda o resistencia de hablar de temas personales con alguien que no conocen, temiendo ser juzgados por sus decisiones o por su historia de vida. Sin embargo, el Dr. Carbonell aclara que los profesionales, ya sean psicólogos o psiquiatras, están precisamente para escuchar sin juicio, para comprender y ayudar. Su labor no consiste en dictaminar si las decisiones tomadas han sido buenas o malas, sino en acompañar al paciente en el proceso de entender sus dificultades y encontrar herramientas para gestionar mejor su vida cotidiana. Además, insiste en que no es necesario estar en una situación extrema para acudir a terapia. Pedir ayuda no implica debilidad, sino inteligencia emocional y compromiso con uno mismo. Todo el trabajo personal que se realiza en consulta —aunque sea con un "extraño"— se traduce directamente en mayor bienestar, equilibrio y calidad de vida a largo plazo.

El Dr. José Carbonell propone cuatro consejos esenciales para afrontar una ruptura sentimental de manera saludable y constructiva. En primer lugar, subraya que el tiempo juega a favor de quien sufre. Aunque el dolor emocional sea intenso, es fundamental no tomar decisiones importantes mientras se atraviesa el duelo, ya que en ese estado la claridad mental está alterada y las acciones pueden no ser las más acertadas. En segundo lugar, el Dr. Carbonell advierte sobre el peligro de la especulación. Fantasear con lo que podría haber sido, pensar en lo que la otra persona está haciendo o en lo que uno debió hacer, no aporta nada positivo y alimenta el sufrimiento. Por ello, invita a evitar este tipo de pensamientos innecesarios. El tercer consejo es aplicar el llamado "contacto cero". Esto implica dejar de seguir a la expareja en redes sociales, evitar encuentros con amigos comunes que puedan reactivar el vínculo emocional, y tomar distancia para poder recuperar el equilibrio personal. Finalmente, el cuarto consejo apunta hacia el trabajo personal. El Dr. Carbonell anima a reconectar con la propia esencia, a reencontrarse con la mejor versión de uno mismo, a reconstruirse emocionalmente y, en definitiva, a recuperar la libertad interna y avanzar hacia una nueva etapa con mayor fortaleza.