¿Qué es la ciclotimia?

19 de mayo de 2020
Todas las personas sufrimos cambios emocionales. Momentos en los que nos encontramos más animados y otros en los que estamos más abatidos. Todo ello entra dentro de la normalidad, pero al igual que en cualquier otro problema emocional puede llegar a un punto en el que se complique y entre dentro de un trastorno de la salud mental. En este caso hablamos de la ciclotimia. 

Cuando una persona sufre ciclotimia tiene unos periodos de tiempo donde su estado emocional tiende a la depresión, y otros periodos que se caracterizan por euforia. Estos cambios en el estado de ánimo no suelen ser percibidos por la propia persona que los tiene.Los síntomas, en función de la fase en la que nos encontremos son:

Síntomas Fase de euforia
  • Aumento de la actividad
  • Agitación
  • Energía intensa
  • Gastos excesivos
  • Búsqueda del éxito
  • Optimismo extremo
Síntomas Fase de depresión
  • Tristeza
  • Ansiedad
  • Sentimiento de culpabilidad
  • Cansancio
  • Falta de motivación
  • Falta de concentración
  • Irritabilidad
Cuando estos cambios de fases se presentan durante al menos dos años, se puede considerar ciclotimia. En el caso de los niños y adolescentes, se diagnostica si los síntomas se presentan como mínimo durante un año.   

En opinión del Dr. Carbonell es importante acudir a profesionales de la salud mental si nos encontramos en esta situación, ya que un tratamiento combinado (fármacos y terapia psicológica) nos ayudará a estabilizar el estado de ánimo y encontrar un equilibro en la vida de la persona que lo padece. 

Por Instituto Carbonell 25 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, lanza un mensaje directo y necesario: ir al psiquiatra no debería ser motivo de vergüenza ni de estigma . En pleno siglo XXI, aún existen personas que sienten miedo o pudor al decir que acuden a un profesional de la salud mental. Esto, según el doctor, es algo que necesitamos cambiar urgentemente. Carbonell explica que un psiquiatra es, ante todo, un médico , como cualquier otro especialista. La gran diferencia con el psicólogo es que el psiquiatra, además de abordar lo emocional, también evalúa el componente biológico y orgánico de los trastornos mentales. Esto incluye valorar si el paciente tiene otras enfermedades, está tomando medicación que pueda influir en su estado anímico, o si su salud mental afecta funciones como el sueño, el apetito o la energía, llegando incluso a requerir medicación. El propósito de este mensaje no es solo aclarar conceptos, sino también normalizar y visibilizar la importancia de acudir a un profesional cuando uno no se siente bien . Cuidar la salud mental no es un signo de debilidad, sino de responsabilidad y amor propio. Así como vamos al dentista cuando tenemos un dolor de muelas, también debemos ir al psiquiatra o al psicólogo cuando sentimos que algo no está funcionando bien en nuestro mundo interno. El Dr. Carbonell invita a dejar atrás el estigma, a romper esa barrera cultural que durante tantos años nos ha impedido hablar abiertamente de nuestros malestares emocionales, y a reivindicar la salud mental como un pilar del bienestar integral . En sus palabras, "mantener una higiene mental es la consecuencia de un trabajo que vamos haciendo cada día".  Este mensaje no solo va dirigido a quienes ya están en tratamiento, sino también a quienes aún dudan en dar el paso. Porque pedir ayuda es valiente , y porque hablar de salud mental es el primer paso para sanar y crecer.
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
Aprender a no darlo todo – Estrategias para superar el perfeccionismo
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una de las trampas emocionales más comunes tras una ruptura o una gran discusión de pareja: quedarnos esperando . Muchas veces, después de que una relación se rompe, nace la esperanza de que tal vez todo vuelva a su cauce, de que la persona con la que compartíamos la vida reflexione, cambie y regrese. Nos aferramos a la idea de que lo que fue puede reconstruirse, de que ese proyecto de vida que diseñamos juntos aún puede tener sentido. Sin embargo, Carbonell advierte que esta espera nos paraliza y nos hace perder tiempo vital . Mientras deseamos que la otra persona reconsidere sus decisiones, dejamos de vivir el presente. Posponemos nuestra recuperación emocional, nuestras metas personales y, lo más grave, nuestra vida misma, esperando algo que tal vez nunca suceda. Además, el doctor señala que, muchas veces, la otra persona ya está en otra etapa , ha dado pasos hacia adelante e incluso puede haber pasado de un sentimiento de amor a indiferencia o rechazo. En cambio, quien espera se queda anclado a un pasado idealizado que ya no existe. Vivir de esa forma es hipotecar el futuro por una esperanza que no depende de nosotros. Por eso, el llamado es claro: deja de esperar . Centra tu atención en ti, en reconstruir tu autoestima, en recuperar tus proyectos, tu bienestar, tus ilusiones. Invierte en ti y en tu vida sin estar condicionado por lo que otra persona haga o deje de hacer. Solo así podrás avanzar, crecer y abrirte a nuevas experiencias que sí estén alineadas con tu presente y con tu valor.  Carbonell concluye animando a compartir experiencias sobre cómo cada uno ha gestionado este tipo de situaciones, reconociendo que sanar es un proceso individual pero más llevadero cuando se hace en comunidad y con consciencia.