¿Qué es un ataque de ansiedad?

1 de junio de 2020
Las personas que sufren ataques de ansiedad, sobretodo las que lo sufren por primera vez suelen tener la sensación de que están sufriendo los síntomas de una enfermedad médica grave. Es importante saber que, aunque un ataque de ansiedad es algo muy molesto no tiene consecuencias graves sobre la salud.

Los síntomas más conocidos del ataque de ansiedad son las palpitaciones, la sudoración, la dificultad para respirar y la sensación de mareo. Otros síntomas no tan conocidos son los de dolor en el pecho, nauseas, tener escalofríos o sensación de calor, sensación de aturdimiento, entumecimiento o hormigueo del cuerpo. Hay algunas personas que llegan a tener una sensación de irrealidad y miedo de perder el control o de morirse. Es muy importante conocer todo el listado de síntomas, ya que el simple hecho de conocerlos hace que no creemos un efecto bola de nieve y no nos pongamos cada vez más ansiosos. 

Uno de los primeros consejos para poder sobrellevar un ataque de pánico es el de conseguir una respiración controlada s contando hasta 3 mientras inspiramos, después conteniendo el aire durante dos segundos y por último espirar contando hasta tres. Es importante que no sean demasiado profunda y utilizando el diafragma en lugar del pecho. También es importante identificar qué tipo de cosas nos ponen ansiosos para poder entender el motivo de dicha ansiedad. 

En opinión del Dr. Carbonell es importante tener en cuenta que a pesar de identificar de donde te viene el ataque de ansiedad y de intentar controlar la respiración, en muchos casos esto no es suficiente. Mi recomendación es la de acudir a un profesional de la salud mental al primer ataque de pánico o síntoma de ansiedad.

 


Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.