Relación entre redes sociales, cirugía estética y problemas psiquiátricos

7 de marzo de 2019

Estábamos acostumbrados a que las personas que acudían a las clínicas estéticas lo hicieran con fotografías de famosos indicando cuáles eran los rasgos que querían conseguir, pero los profesionales alertan de que la tendencia actual es acudir a consulta con fotografías propias hechas con los filtros que ofrecen redes sociales como Instagram o Snapchat. Así queda reflejado en el artículo publicado el 9 de agosto del 2018 en economía digital.

Las redes sociales tienen un peso cada vez mayor en nuestra sociedad, especialmente en cuanto a los estándares de belleza. La percepción de las imágenes que encontramos en redes como Instagram o Snapchat, junto con los filtros que estas nos ofrecen, están mostrando sus efectos en el campo de la cirugía estética. Los pacientes cada vez más indican querer verse como en los filtros de estas redes sociales.

¿Qué tiene que ver este fenómeno con plataformas como Instagram o Snapchat? los filtros distorsionan las dimensiones las faciales. En las encuestas que realiza la Academia Estadounidense de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva se demuestra el aumento de casos vinculados a los selfies que se toman los pacientes: en 2015 un 42% de los pacientes afirmó querer operarse para mejorar su imagen en los selfies, y la cifra aumenta a un 55% en 2017.

Muchos de estos filtros están diseñados para mejorar la apariencia de las personas, por lo que se están propiciando nuevos estándares de belleza. La Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA) alarma sobre como este fenómeno está dando paso a nuevos problemas de autoestima que incluso pueden conducir a un trastorno dismórfico corporal , que se caracteriza por una excesiva preocupación por su imagen corporal, y una percepción irracional sobre su cuerpo, además de síntomas de ansiedad y otros problemas psiquiátricos.

En opinión del Dr. Carbonell, este artículo visibiliza la importancia de las nuevas tecnologías y su impacto en nuestra salud mental. Es necesario enseñar y concienciar sobre el funcionamiento de las redes sociales y evitar posibles efectos negativos de su uso inadecuado o abusivo. En este caso, estos estudios demuestran lo perjudicial que pueden ser sobre nuestra imagen y los problemas psiquiátricos asociados.

 

Por Instituto Carbonell 12 de junio de 2025
El Dr. Carbonell analiza el comportamiento de las personas excesivamente insistentes, aquellas que, a pesar de no recibir respuesta o interés, siguen buscando contacto a través de llamadas, mensajes, correos o apariciones frecuentes. Este tipo de insistencia, que puede comenzar como una muestra de interés legítimo, se convierte en un problema cuando no se respetan los límites que la otra persona intenta establecer. Según el Dr. Carbonell, es comprensible que al principio alguien insista con la intención de demostrar interés o de confirmar si hay una posibilidad real de vínculo. El problema surge cuando esa insistencia se vuelve invasiva, persiste frente a señales claras de rechazo o incomodidad, y no se acepta un “no” como respuesta. Por eso, el Dr. Carbonell recomienda establecer límites firmes y expresarlos de forma clara y directa. Es importante comunicar sin ambigüedades que no se desea continuar el contacto, que la otra persona está actuando unilateralmente y que su comportamiento está empezando a generar un impacto negativo. Si, pese a ello, la insistencia persiste y se traspasan los límites del respeto y la libertad personal, es necesario considerar la posibilidad de acudir a recursos legales para proteger el bienestar y la integridad emocional.  En resumen, el Dr. Carbonell subraya la importancia de no permitir que una relación indeseada o desequilibrada invada el espacio personal. La claridad, el autocuidado y, si es necesario, la intervención formal, son esenciales para poner fin a este tipo de situaciones.
Por Instituto Carbonell 11 de junio de 2025
El Dr. Carbonell aborda el fenómeno de la doble vida, un comportamiento que, aunque sorprendente, ha observado en numerosas ocasiones a lo largo de su experiencia clínica. Explica que existen personas que son capaces de mantener dos vidas paralelas —en ocasiones, incluso dos familias distintas— sin que una sepa de la existencia de la otra. Este tipo de comportamiento no siempre está asociado a perfiles extravagantes o fácilmente sospechosos; al contrario, muchas veces proviene de personas aparentemente normales, discretas y sencillas, lo que genera una gran sorpresa en quienes las rodean. El Dr. Carbonell subraya que su función como profesional no es juzgar, sino comprender y acompañar. No obstante, pone el foco en quienes sufren las consecuencias de estas dobles vidas: las víctimas, que pueden descubrir años después la existencia de otra familia, otros hijos, u otra vida completamente desconocida. A esas personas les recuerda que no tienen ninguna culpa de lo ocurrido y que la responsabilidad recae únicamente en quien eligió vivir con ocultamientos y engaños. En cuanto a las personas que llevan esa doble vida, muchas veces, cuando intentan justificar sus actos, reconocen que la situación se les fue de las manos. Afirman que no supieron cómo ponerle fin, ni a quién elegir, y que, finalmente, aprendieron a sostener ambas realidades simultáneamente, aunque ello implicara una gran carga emocional y, en muchos casos, daño colateral. En definitiva, el Dr. Carbonell confirma que sí, existen personas capaces de llevar una doble vida, pero lamentablemente, los que más sufren no son quienes la viven, sino quienes la descubren tarde y deben reconstruir su mundo emocional a partir de esa traición.
Por Instituto Carbonell 10 de junio de 2025
El Dr. Carbonell reflexiona sobre una situación común en las relaciones sociales: cuando dos personas cercanas, amigos o conocidos, presentan versiones diferentes de un mismo conflicto y nos piden que tomemos partido. Ante esta disyuntiva, subraya que ambas personas pueden tener razón desde su propia perspectiva, ya que cada uno interpreta la realidad a través de su experiencia emocional y subjetiva. El Dr. Carbonell aconseja no intervenir directamente ni posicionarse a favor de una de las partes. En cambio, propone escuchar con empatía a ambos, recordando que, muchas veces, lo único que buscan es ser comprendidos, más que tener razón. Tomar partido solo puede llevar a tensiones innecesarias, e incluso al deterioro de las relaciones con uno u otro amigo. Además, advierte que involucrarse en un conflicto ajeno, incluso si nos presentan pruebas como mensajes, vídeos o imágenes, puede colocarnos en una posición incómoda o comprometida. Al brindar apoyo a uno, es fácil que el otro se sienta traicionado o juzgado, algo que no es deseable si se quiere mantener una relación saludable con ambos. En conclusión, el Dr. Carbonell recomienda mantener una postura neutral y no dejarse arrastrar por dinámicas de confrontación entre terceros. Cada uno tiene su versión legítima de los hechos y no es nuestra responsabilidad resolver un conflicto que no nos pertenece.