Relaciones de pareja durante el confinamiento
20 de abril de 2020
Debido al aislamiento, las parejas están pasando más tiempo juntos que de costumbre. Esto tiene sus aspectos positivos como negativos para la relación. Ya en condiciones normales, estudios han demostrado que durante las vacaciones aumentan los casos de separación. Por lo tanto, ¿influye el tiempo que pasamos conviviendo con nuestra pareja? Silvia Sanz, psicóloga, explica que no es el tiempo sino la forma en la que se comporte ese tiempo juntos. Esta etapa de cuarentena tiene un efecto positivo y otro negativo. El positivo es que podemos potenciar algunas áreas de nuestra relación, que antes por el ritmo de vida que llevábamos no prestábamos atención, por ejemplo comunicarnos más. El negativo es que nos hace más conscientes de los problemas de pareja que tenemos (ABC, 2020).
Desde InstitutoCarbonell, ofrecemos recomendaciones
para mejorar nuestro vínculo sentimental:
- Podemos aprovechar esta oportunidad para volvernos a conocer y reencontrarse, tanto con el otro como con uno mismo.
- Potenciar la parte afectiva (abrazos, besos)
- Tener tiempo para uno mismo
- No estar hablando continuamente de la situación de alarma.
- Buscar alguna actividad para hacer en común.
- Hablar con otras personas (amigos, familiares)
- Evitar discutir por “tonterías”. Pensar si aquello que nos molesta es importante.
- Intentar ser flexible, es decir, aceptar que el otro tenga una opinión diferente.
- Empatizar, ya que la situación actual nos produce estrés y ansiedad a todos.
- Comparte tus reflexiones sobre la relación con tu pareja, sin reproches.
- Expresar las emociones, para ayudar al otro a que nos comprendan.
- Escuchar cuando nos hablan para evitar malos entendidos.
- Negociar para llegar a una solución conjunta.
En definitiva, la flexibilidad, la organización y una buena comunicación son elementos importantes para mantenernos más unidos con nuestra pareja y hacer una convivencia más amena. Y si vemos que no podemos solucionar algún conflicto, siempre podemos acudir a profesionales de la salud mental.
En opinión del Dr. Carbonell, frente a esta situación de alarma, la situación de estrés sobre cada persona y por consiguiente sobre las parejas se incrementa de manera exponencial. Si la relación no va bien, no hay que olvidar que para tomar decisiones importantes es mejor cuando estamos bien y no en medio de una situación de crisis. Hoy por hoy, a acceder a terapia de pareja online es un recurso fácil que nos puede ayudar a afrontar el problema.

El Dr. José Carbonell desmonta un mito muy común: la creencia de que solo se debe acudir al psiquiatra o al psicólogo cuando uno está en una situación crítica o "muy mal". Desde su experiencia médica y psiquiátrica, insiste en que es un error esperar a tocar fondo para buscar ayuda profesional. La terapia no está reservada únicamente para casos graves; al contrario, puede ser una herramienta valiosa para mejorar muchos aspectos de la vida cotidiana. Explica que los profesionales de la salud mental pueden ayudar en temas tan diversos como el insomnio, la alimentación, la ansiedad, los cambios de humor, o la gestión emocional dentro del entorno laboral o familiar. También se trabaja en mejorar la calidad de las relaciones personales, ya sea con padres, pareja o colegas, y en aprender a estructurar mejor el día a día para vivir con más equilibrio y bienestar. El Dr. Carbonell resalta que acudir a terapia en las etapas iniciales del malestar —antes de que los problemas se agraven— es mucho más efectivo. La intervención temprana facilita un abordaje más preventivo y menos traumático, y permite construir herramientas emocionales para enfrentar la vida con mayor solidez. Por ello, anima a dejar atrás prejuicios y a considerar la terapia como una forma natural y positiva de autocuidado.

El Dr. José Carbonell ofrece pautas sencillas pero muy eficaces para gestionar el estrés cotidiano, partiendo de una idea central: la organización es clave. En primer lugar, recomienda planificar el día siguiente con antelación, identificando de forma clara no solo las tareas y obligaciones, sino también los momentos destinados específicamente al descanso. Este equilibrio es esencial, ya que el estrés no solo proviene del exceso de trabajo, sino también de la falta de pausas bien estructuradas. Explica que la atención y la concentración humanas tienen un límite natural, por lo que sugiere trabajar en bloques de aproximadamente 45 minutos, seguidos de descansos breves de unos 15 minutos. Además, destaca la importancia de incorporar pausas más largas a lo largo del día: una por la mañana, otra al mediodía y otra en la tarde o noche. El Dr. Carbonell subraya un punto esencial: la verdadera productividad no depende únicamente del número de horas trabajadas, sino de la calidad del descanso que se intercala entre las tareas. Por ello, invita a estructurar los días de manera consciente, dándole el mismo valor al tiempo productivo que al tiempo de recuperación mental y física. Esta estrategia, afirma, es una de las formas más efectivas de prevenir y manejar el estrés de forma saludable.

El Dr. José Carbonell lanza un mensaje claro y directo: "No pienses tanto, no le des vueltas a las cosas". Desde su experiencia como médico y psiquiatra, comparte que muchas personas llegan a su consulta atrapadas en un patrón de pensamiento excesivo y rumiativo, donde dudan constantemente de sí mismas, cuestionan si lo que piensan está bien o mal, o viven pendientes de lo que los demás puedan estar opinando sobre ellas. Explica que esta sobrecarga mental puede convertirse en una especie de bola creciente, difícil de detener, y que acaba afectando seriamente la estabilidad emocional. Muchas veces, añade, quienes sufren este tipo de pensamiento repetitivo ni siquiera reconocen que necesitan ayuda, y acaban atrapados en un ciclo que los lleva, una y otra vez, al mismo punto de partida: ansiedad, estrés, incertidumbre y malestar emocional. El Dr. Carbonell insiste en que es fundamental aprender a manejar el estrés, la ansiedad y, sobre todo, los propios pensamientos. Si uno puede establecer límites mentales y aplicar pautas de autorregulación por su cuenta, eso es positivo. Pero si este pensamiento excesivo —o overthinking— comienza a interferir con la vida diaria, impidiendo el descanso, la concentración o el bienestar general, es necesario acudir a un profesional. Buscar ayuda no es señal de debilidad, sino una manera responsable y valiente de recuperar el equilibrio mental y aprender herramientas eficaces para gestionar lo que ocurre en la mente.