RELACIONES YOYÓ O RELACIONES TÓXICAS

23 de enero de 2025

Las relaciones intermitentes, también conocidas como "relaciones yoyó", son aquellas que se caracterizan por continuos altibajos, donde la pareja se separa y se reconcilia una y otra vez. Aunque pueden generar sensaciones intensas debido a la adrenalina y dopamina, estos vínculos tienden a ser tóxicos y dañinos a largo plazo.


Las relaciones intermitentes pueden causar un enganche similar al de una sustancia adictiva. Se experimentan momentos de intensa emoción y adrenalina cuando todo parece ir bien, seguidos de periodos de frustración y sufrimiento. La dopamina, hormona asociada al placer inmediato, juega un papel crucial en este ciclo: cuando la pareja regresa, se siente una euforia momentánea, pero rápidamente se ve seguida de la angustia y la tristeza cuando todo vuelve a deteriorarse. 


La baja autoestima es una de las principales razones por las que aceptamos este tipo de vínculos, ya que no sabemos lo que necesitamos en una relación o no nos ponemos límites. La cultura del amor romántico, que idealiza la pasión y el sufrimiento, también contribuye a normalizar estas relaciones.

Según la autora Mónica Heras, para evitar caer en ellas, es importante trabajar en nuestra autoestima, aprender a poner límites y entender que el amor no es lo único suficiente para una relación sana. 

En opinión del Dr. Carbonell, lo más importante de todo es identificar que esa relación está convirtiéndose en una relación yoyó para poder tomar medidas al respecto y que esto no suponga una pérdida de autoestima. Es esencial poder evitar que esa situación se prolongue en el tiempo ya que sino, probablemente generaría problemas de salud mental. Por último, es importante también identificar, que si no te puedes desligar de esa persona es fundamental buscar ayuda de un profesional de la salud mental.


Por Instituto Carbonell 14 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que no existe una diferencia de edad perfecta en la pareja, porque lo verdaderamente determinante no son los años, sino la conexión emocional. Señala que en consulta ha visto parejas con grandes diferencias de edad —tanto hombres mayores con mujeres más jóvenes como a la inversa— que funcionan muy bien gracias a su complicidad, afinidad intelectual, intereses compartidos y energía similar. Destaca que ninguna edad garantiza que una relación vaya a durar, del mismo modo que tampoco lo hacen otros factores como la cultura, los hijos o los proyectos en común. Por ello, recomienda no dejarse influir por la opinión social y centrarse en lo que la relación aporta a quienes la viven. Concluye afirmando que, más allá de estadísticas o prejuicios, lo esencial es cómo cada pareja cuida su vínculo y afronta sus propias complejidades.
Por Instituto Carbonell 13 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que en la vida, y especialmente en el amor, no todo vale. Señala que aunque tengamos objetivos personales o afectivos, jamás debemos alcanzarlos a costa de manipular, engañar o pasar por encima de los sentimientos de los demás. Advierte que actuar sin límites éticos nos convierte en personas que buscan su propio placer o gratificación sin considerar el daño causado, y eso tiene consecuencias. Subraya que vivimos rodeados de personas con emociones reales, que confían en nuestras palabras y pueden sufrir si usamos esas palabras solo para obtener lo que queremos. Concluye recordando que, igual que no queremos que nos hagan daño, tampoco debemos causarlo: no todo vale y nuestras acciones siempre tienen impacto.
Por Instituto Carbonell 12 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando una relación no fluye de manera natural —ya sea con amistades del pasado, con una expareja, con hijos o con los propios padres— forzarla solo genera desgaste y tensiones innecesarias. Señala que es legítimo intentar recuperar la cordialidad, pero también es esencial reconocer el punto en el que el esfuerzo deja de ser sano y empieza a perjudicar nuestro bienestar. Añade que no debemos supeditar nuestra vida al deseo de obtener perdón o restaurar algo que no avanza por sí solo. Concluye que, si las cosas fluyen, adelante; pero si no, no vale la pena sacrificar la salud emocional intentando que funcione lo que no está preparado para funcionar.