Señales para identificar una relación tóxica

28 de septiembre de 2015

Aunque puedan parecer obvios cuales son los signos que evidencian una relación tóxica, para quien está inmerso en ella puede resultar complicado. Y es que en ocasiones los miedos son tan limitantes que podemos caer en el autoengaño justificando ciertos comportamientos inaceptables.

Las relaciones tóxicas son aquellas en que una o ambas partes sufren como consecuencia de la relación establecida y que se caracteriza por ser conflictiva y por utilizar estrategias conscientes o inconscientes, para manipular a la otra persona.

A continuación se recogen los principales comportamientos típicos de una relación insana:

  • No hay respeto mutuo. Se han atravesado los límites del respeto, haciendo uso de humillaciones, insultos o críticas destructivas.
  • Utilización del chantaje emocional. Se utiliza el castigo emocional cuando la otra persona no actúa como queremos. Por ejemplo perfiles pasivo-agresivos que dejan de hablar al otro cuando no consiguen sus objetivos.
  • Posesividad y celos. La posesividad cada día crece más llegando incluso a sentir celos de amigos y familia, pudiendo llegar a conseguir que se limiten estas relaciones con nuestro entorno.
  • Carácter impredecible. Nunca sabes con qué te vas a encontrar por lo que sientes que debes actuar con “prudencia”.
  • Una o ambas partes no concibe la vida sin la otra persona, a pesar de no estar siendo tratado dignamente.
  • Culpa, reproches y victimismo. Continuamente se reprochan comportamientos del pasado, culpando a la persona de los problemas actuales.
  • Siempre tienes que estar justificándote. Gastas mucha energía intentando ser comprendido o defendiéndote.
  • Control del tiempo y del dinero. Una de las dos partes tiene el control total de la gestión del tiempo de ambos y de la economía.
  • Mentiras continuas. La relación no está basada en la confianza.

Aunque nos puede resultar contradictorio, una relación tóxica puede durar mucho tiempo debido a factores como no concebir la vida sin pareja, por dependencia emocional y/o económica o por miedo a las consecuencias de la ruptura. Si estos patrones mencionados están en tu relación sería interesante dejarse asesorar por un profesional de la salud mental.

Por Instituto Carbonell 13 de junio de 2025
El Dr. Carbonell plantea una reflexión sobre el exceso de exigencia personal al que muchas personas se someten en su vida cotidiana. A través de su experiencia como médico y psiquiatra, comenta que con frecuencia atiende en consulta a individuos que intentan cumplir con estándares altísimos en todos los ámbitos: familiar, profesional, académico, emocional y de pareja. Estas personas persiguen una perfección que, en realidad, no existe, y en el proceso se olvidan de sí mismas y de su bienestar. El Dr. Carbonell advierte que vivir intentando cumplir con tantas responsabilidades y expectativas externas tiene un precio elevado, que termina afectando seriamente la calidad de vida. Cuando todo empieza a sentirse “demasiado”, es señal de que se ha cruzado un límite importante. Por eso, invita a hacer una pausa, a reevaluar prioridades y a adoptar una mirada más compasiva hacia uno mismo. En lugar de seguir empujando los propios límites hasta el agotamiento, propone poner el foco en el equilibrio personal y en la necesidad de recuperar el disfrute del día a día. Recomienda dejar de lado el perfeccionismo y aprender a decir que no, poniendo la salud mental y emocional por encima de las obligaciones impuestas o autoimpuestas. En conclusión, el Dr. Carbonell recuerda que no se debe jugar con la salud. Cuando la vida se vuelve abrumadora, es fundamental dar un paso atrás y priorizar el propio bienestar antes que las expectativas ajenas o la necesidad de cumplir con todo.
Por Instituto Carbonell 12 de junio de 2025
El Dr. Carbonell analiza el comportamiento de las personas excesivamente insistentes, aquellas que, a pesar de no recibir respuesta o interés, siguen buscando contacto a través de llamadas, mensajes, correos o apariciones frecuentes. Este tipo de insistencia, que puede comenzar como una muestra de interés legítimo, se convierte en un problema cuando no se respetan los límites que la otra persona intenta establecer. Según el Dr. Carbonell, es comprensible que al principio alguien insista con la intención de demostrar interés o de confirmar si hay una posibilidad real de vínculo. El problema surge cuando esa insistencia se vuelve invasiva, persiste frente a señales claras de rechazo o incomodidad, y no se acepta un “no” como respuesta. Por eso, el Dr. Carbonell recomienda establecer límites firmes y expresarlos de forma clara y directa. Es importante comunicar sin ambigüedades que no se desea continuar el contacto, que la otra persona está actuando unilateralmente y que su comportamiento está empezando a generar un impacto negativo. Si, pese a ello, la insistencia persiste y se traspasan los límites del respeto y la libertad personal, es necesario considerar la posibilidad de acudir a recursos legales para proteger el bienestar y la integridad emocional.  En resumen, el Dr. Carbonell subraya la importancia de no permitir que una relación indeseada o desequilibrada invada el espacio personal. La claridad, el autocuidado y, si es necesario, la intervención formal, son esenciales para poner fin a este tipo de situaciones.
Por Instituto Carbonell 11 de junio de 2025
El Dr. Carbonell aborda el fenómeno de la doble vida, un comportamiento que, aunque sorprendente, ha observado en numerosas ocasiones a lo largo de su experiencia clínica. Explica que existen personas que son capaces de mantener dos vidas paralelas —en ocasiones, incluso dos familias distintas— sin que una sepa de la existencia de la otra. Este tipo de comportamiento no siempre está asociado a perfiles extravagantes o fácilmente sospechosos; al contrario, muchas veces proviene de personas aparentemente normales, discretas y sencillas, lo que genera una gran sorpresa en quienes las rodean. El Dr. Carbonell subraya que su función como profesional no es juzgar, sino comprender y acompañar. No obstante, pone el foco en quienes sufren las consecuencias de estas dobles vidas: las víctimas, que pueden descubrir años después la existencia de otra familia, otros hijos, u otra vida completamente desconocida. A esas personas les recuerda que no tienen ninguna culpa de lo ocurrido y que la responsabilidad recae únicamente en quien eligió vivir con ocultamientos y engaños. En cuanto a las personas que llevan esa doble vida, muchas veces, cuando intentan justificar sus actos, reconocen que la situación se les fue de las manos. Afirman que no supieron cómo ponerle fin, ni a quién elegir, y que, finalmente, aprendieron a sostener ambas realidades simultáneamente, aunque ello implicara una gran carga emocional y, en muchos casos, daño colateral. En definitiva, el Dr. Carbonell confirma que sí, existen personas capaces de llevar una doble vida, pero lamentablemente, los que más sufren no son quienes la viven, sino quienes la descubren tarde y deben reconstruir su mundo emocional a partir de esa traición.