Tratamiento de la depresión en los ancianos

1 de agosto de 2017

Tal como indica el artículo treating depression in later life publicado en el British Medical Journal, la depresión es el problema de salud mental que afecta a más ancianos, quedando por delante de otros como la demencia o el delirium, pues afecta a una de cada siete personas mayores. Esta información sorprende puesto que oímos hablar mucho más de los demás trastornos, pero eso se debe a que un 90% de ellos no acuden a un especialista.

Uno de los motivos es que cuando estos acuden a consulta no siempre se les diagnostica correctamente, pues casi un 70% de las depresiones en ancianos no cumplen los mismos criterios que se aplicarían en personas más jóvenes debido al efecto del envejecimiento, las enfermedades físicas o ambas.

En cuanto a la progresión de la enfermedad una vez detectada, se sigue la regla de los tercios: 1/3 mejorarán, 1/3 se mantendrán y 1/3 empeorarán. Un posible motivo, es que los ancianos no suelen tomar la medicación que se les receta y suelen preferir terapia psicológica, el problema es que esta no suele estar disponible en atención primaria.

En vista de esto, se ha intentado buscar nuevas estrategias y en un estudio realizado a 1800 pacientes depresivos se les aplicó un programa en el que colaboraban enfermeras, psicólogos y psiquiatras para ver la evolución del caso, hacer psicoeducación al paciente y controlar la medicación. Frente a una mejoría inicial del tratamiento de tan solo un 20%, se observó que aquellos que estaban expuestos a una estructura terapéutica mejoraban el 50%.

El Dr. Carbonell opina que este estudio viene a remarcar lo esencial de implementar una estructura terapéutica para el tratamiento de la depresión en los mayores. Esta debe consistir en el control de que cumpla con la medicación pautada, tratamiento terapéutico y el apoyo social que precise.

Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.