5 Comportamientos poco saludables que reducen nuestro bienestar

27 de mayo de 2019

Hay muchas cosas que hacemos en nuestro día a día a las que no les damos importancia, pero que perjudican nuestro bienestar emocional. En el blog del psychcentral, John D. Moore, PhD nos ayuda a identificar algunas conductas típicas que se ha demostrado que reducen nuestra felicidad.

1. Complacer siempre los demás

Complacer a los demás no es algo negativo, pero sí que lo es cuando lo hacemos de forma continua y anteponemos los deseos de los demás a los nuestros. La forma más sana de ayudar a los demás sin que esto nos perjudique es hacerlo únicamente cuando nos apetece o cuando consideremos que es necesario hacerlo. Lo importante es tener en cuenta nuestro derecho a decir que no sin sentirnos culpables.

2. Tener un diálogo interno crítico

Esto hace referencia a cuando entramos en un bucle de pensamientos negativos referentes a nosotros mismos que nos hacen sentir mal y además estos no nos ayudan a resolver ningún problema. Reconocerlos es el primer paso para reducir su poder.

3. Posponer las cosas

Posponer las cosas o lo que en inglés se llama “procrastinate” nos reduce el bienestar puesto que al posponer tus tareas o temas pendientes, estas se acaban acumulando y producen momentos de mucha ansiedad.

4. Evitar algo nuevo

Muchas veces no queremos empezar cosas nuevas que podrían ser muy beneficiosas, por el miedo a fracasar. En los casos en los que se nos presenten nuevas oportunidades, debemos hacer un balance y reflexionar sobre si es algo que queremos en nuestra vida, en lugar de descartarlo todo directamente por miedo.

5. No expresas tus necesidades

Es muy importante que expreses tanto lo que necesitas como lo que no te gusta, ya que si no lo haces, los demás pueden no darse cuenta de cómo te afectan sus actos. De todos modos, es necesario hacerlo recordando que debes centrarte más en cómo te gustaría que hicieran las cosas, en lugar de hacerlo como un ataque hacia la otra persona. Por ejemplo, en lugar de decir “eres un sargento” podrías decir “me gustaría que tomaras más en cuenta mis opiniones, ya que sino me siento desplazada”.

En opinión del Dr. Carbonell debemos prestar atención a estos comportamientos o hábitos e intentar en la medida de lo posible, corregirlos para aumentar nuestro bienestar. Todo ello siempre será aconsejable que se haga de la mano de un profesional de la salud mental, pues tendrán más herramientas para ayudarnos a mejorar estos hábitos.

Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.
Por Instituto Carbonell 3 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que comenzar una relación pensando que “no va a durar” es una forma de autoprotección, pero en realidad conduce a un autosabotaje. Señala que esta actitud hace que uno se enfoque en los aspectos negativos para confirmar su creencia de que la relación fracasará. Recomienda equilibrar la perspectiva: no se trata de idealizar ni de ignorar los problemas, sino de dar una verdadera oportunidad a la relación y permitir que la realidad demuestre si puede funcionar de manera natural.