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16 de diciembre de 2019

Los ataques de ansiedad son episodios de agobio intenso de corta duración que pueden ocurrir en cualquier lugar y momento (en el metro, en una tienda, en casa, …), sin ninguna razón, ni peligro aparente.

Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés, explica que “la ansiedad crece muy rápido y en poco tiempo alcanza su máxima intensidad para después empezar a disminuir”. Y comenta que “Dos de cada diez personas, por lo menos, han sufrido un ataque de ansiedad en su vida”.

Durante el episodio, las sensaciones son diferentes para cada persona. Algunos de los síntomas son taquicardia, sudoración, aumento de la temperatura, malestar, temblores, sofocos, dolor en el pecho , … Incluso hay personas que pueden sufrir despersonalización (sensación de estar fuera de uno mismo) o desrealización (creencia de que lo que ocurre no es real). En esos minutos, se pierde el control de la situación, incluso si la intensidad es muy alta, hasta se puede perder el conocimiento. No tienen que ocurrir todos estos síntomas, pero con que aparezca alguno, ya se puede confirmar que la persona está sufriendo un ataque de ansiedad.

En los niños , los ataques de ansiedad son muy puntuales, y en su caso es un miedo intenso, que provoca un aumento del ritmo cardiaco, mareo y/o náuseas. En las personas mayores de 60 años, se debe prestar atención ya se puede confundir los síntomas con otras enfermedades.

Es un estado que asusta tanto a la persona que lo sufre como a los que lo presencian. Este “miedo” es por la falta de conocimiento. Cuando una persona empieza a tener taquicardia, sin hacer ningún esfuerzo, comienza a pensar que algo grave le está pasando. Esto le hace entrar en un bucle que aumenta el malestar y del que no puede salir.

Un factor de riesgo es el estrés. Aunque la ansiedad aparezca en un momento “tranquilo”, detrás suele haber una situación estresante. A veces, esta situación ha sucedido poco antes del inicio de la crisis, y otras, se lleva acumulando el estrés durante mucho tiempo hasta que explota.

Otro factor es el consumo de sustancias tóxicas, como el hachís. Antonio Cano Vindel comenta que las personas que lo consumen aumenta exponencialmente el riesgo de sufrir un ataque. Con una simple calada se aumenta la actividad del cuerpo y, eso hace que la persona este sobresaltada y actúe con un miedo exagerado hacia un estímulo.

Lo más importante es saber con qué frecuencia una persona sufre los episodios de ansiedad. Ya que si son muy recurrentes, la situación se puede cronificar, incluso puede llevar a que la persona se aísle por miedo a sufrir los ataques de ansiedad. Cuando esto ocurre es recomendable acudir a un profesional de la salud, porque este problema puede derivar en otras enfermedades como la depresión o la agorafobia (el miedo a los sitios abiertos y con mucha gente). Una vez que la persona detecta que tiene un episodio de ansiedad, tiene que observar su duración y su evolución . El tratamiento que se aconseja en combinado. Por un lado, el tratamiento farmacológico para reducir el malestar que supone. Y por otro lado, un tratamiento psicológico para poder aprender a tomar el control de la situación y disminuir los pensamientos negativos que surgen en ese momento.

En opinión del Dr. Carbonell , sufrir ansiedad no es normal, sufrir un ataque de ansiedad es algo que no podemos dejar pasar sin más . En este artículo, se mencionan una serie de estadísticas, factores precipitantes y el tratamiento, pero echo de menos la prevención. Fomentar un estilo de vida sano en aquellos en cuyas familias está presente la ansiedad es el mejor tratamiento posible y en caso de padecer un ataque de ansiedad no demorar en acudir a un profesional especializado para la implementación de un programa preventivo.

Por Instituto Carbonell 19 de junio de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda el difícil proceso de superar una relación significativa del pasado . Comienza con una declaración muy humana: “No te olvido…”, una frase que muchas personas repiten cuando recuerdan con nostalgia a alguien que fue importante en su vida, ya sea una expareja, una amistad profunda o una conexión que marcó un antes y un después. Carbonell explica que, aunque es natural recordar los momentos felices compartidos, anclarse emocionalmente al pasado puede convertirse en un obstáculo para el crecimiento personal . Según él, este tipo de pensamiento —el de no poder pasar página y esperar una segunda oportunidad que probablemente no llegará— debe evitarse, ya que impide avanzar y adaptarse a la realidad presente. El mensaje del Dr. Carbonell es claro: todas las personas que pasan por nuestra vida dejan huella , y esa huella puede ser positiva si la miramos desde una perspectiva constructiva. No se trata de negar el dolor de una pérdida o la tristeza de un plan no cumplido, sino de entender que cada experiencia, incluso las dolorosas, aporta valor, aprendizaje y fortaleza . Incluso momentos como estar a punto de casarse o comprometerse seriamente, que luego se ven frustrados, pueden ser vistos como parte de un proceso de crecimiento. Él utiliza una metáfora poderosa: cada experiencia es como una piedra , y todas esas piedras, acumuladas con el tiempo, pueden servir como base para construir un muro sólido sobre el cual se sostienen nuestra autoestima y nuestra sabiduría emocional. Esta imagen transmite la idea de que lo vivido no se pierde , sino que se transforma en estructura interna. Carbonell insiste en que mirar el lado positivo de lo vivido es esencial , y que quedarse estancado en la negatividad del pasado solo lleva al sufrimiento. En caso de que uno no pueda avanzar por sí mismo, recomienda acudir a un terapeuta, para obtener el acompañamiento necesario en el proceso de duelo y reconstrucción personal.
Por Instituto Carbonell 18 de junio de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, analiza en este texto una experiencia emocional muy intensa y difícil de manejar: la sensación de no poder aguantar más a una persona cercana , generalmente en el contexto de una relación de pareja. Describe cómo llega un momento en el que todo lo que la otra persona hace resulta molesto o irritante, y cómo la mera convivencia se vuelve casi insoportable, como si faltara el oxígeno o uno se estuviera ahogando. Según Carbonell, esta experiencia no surge de un día para otro, sino que es el resultado de un desgaste progresivo , acumulado a lo largo del tiempo. Puede tener diferentes causas: una decepción profunda, una acumulación de tensiones no resueltas, o incluso el malestar personal de quien lo experimenta. En cualquier caso, la consecuencia es una sensación de encierro, de estar atrapado emocionalmente, de perder la libertad y la energía vital en presencia de la otra persona. El autor enfatiza que esta situación es extremadamente delicada y que no debe prolongarse sin tomar acciones claras , ya que produce un gran deterioro emocional tanto en quien la vive como en la relación en general. Permanecer en ese estado de saturación, sin buscar ayuda ni resolver el conflicto, puede llevar a un colapso emocional difícil de revertir. Por ello, el Dr. Carbonell recomienda acudir a un profesional de salud mental cuanto antes , para poder entender qué está ocurriendo y encontrar estrategias adecuadas para afrontarlo. Resolver este tipo de crisis no es sencillo, especialmente cuando se mezclan emociones intensas como frustración, culpa o tristeza, por lo que contar con apoyo terapéutico puede marcar una gran diferencia. 
Por Instituto Carbonell 17 de junio de 2025
El Dr. José Carbonell reflexiona en este texto sobre un sentimiento común pero doloroso: el no gustarse a uno mismo . Describe cómo muchas personas experimentan una insatisfacción constante con diferentes aspectos de su vida: su cuerpo, su trabajo, su pareja o su forma de gestionar situaciones cotidianas. Esta autocrítica permanente, alimentada por las exigencias sociales y la comparación constante, nos lleva a un estado de insatisfacción generalizada en el que parece que nada es suficiente. Siempre creemos que deberíamos ser más atractivos, tener una mejor relación, ganar más dinero o lograr más prestigio. Carbonell advierte sobre los efectos destructivos de esta actitud y cuestiona la idea de que el rechazo hacia uno mismo pueda ser un punto de partida válido para mejorar . Si bien hay quienes sostienen que no gustarse puede ser el primer paso hacia la superación, él propone una visión más compasiva y realista: el cambio personal debería comenzar desde un lugar de equilibrio y aceptación , no desde el rechazo. Para él, es clave establecer una relación estable y saludable con uno mismo , donde la autoexigencia no derive en autodesprecio. Reconoce que está bien aspirar a más, pero no desde la negación de lo que somos, sino desde una base de respeto propio. Aceptarse no implica conformarse, sino dejar de vivir en guerra constante con uno mismo . El Dr. Carbonell enfatiza que como tenemos que convivir con nosotros mismos todos los días, esa relación debe ser lo más armoniosa posible. Si esta convivencia interior está llena de rechazo, malestar y crítica, se deteriora no solo la autoestima, sino también la calidad de nuestras relaciones con los demás y el sentido de nuestra existencia.  Finalmente, invita a quienes sienten este malestar profundo a buscar ayuda profesional si es necesario , y subraya que la base del bienestar está en la relación que mantenemos con nosotros mismos . Cultivarla, cuidarla y sanarla es fundamental para vivir con mayor paz y plenitud.