Como introducir a nuestra nueva pareja en la vida de nuestros hijos

13 de octubre de 2015

Tras la separación con el padre o madre de nuestros hijos, es habitual que tarde o temprano acabe apareciendo alguien en nuestras vidas que nos permita rehacer nuestro panorama sentimental. La manera en la que introduzcamos a esta persona en la vida de nuestros hijos, puede ser clave para facilitar este proceso, evitando posibles conflictos emocionales en los niños. Para ello, citamos a continuación las principales pautas a tener en cuenta:

  • Idealmente dejar que pase un tiempo prudencial tras la ruptura antes de iniciar una nueva relación , ayudará a que nuestros hijos vayan asimilando la nueva situación, reduciendo la posibilidad de rechazo hacia la nueva pareja.
  • La primera toma de contacto, mejor si es realizando un plan informal. Por ejemplo, yendo a tomar un helado o al cine, en lugar de introducirla en casa sin previo contacto.
  • Facilitar o incitar a los hijos a opinar y preguntar sobre la nueva pareja. Preguntarles que les ha parecido, si lo han pasado bien… De esta manera sienten que su opinión cuenta y nos importa.
  • Evitar al principio y en la medida de lo posible etiquetarla de “novio/a” . Al principio es aconsejable denominar a la nueva pareja como un “amigo/a” al que estamos conociendo.
  • Introducirla progresivamente en la convivencia. Para facilitar la adaptación es preferible que al principio la nueva pareja vaya a comer de vez en cuando o a pasar un rato para paulatinamente ir aumentando el tiempo de convivencia.
  • Aclarar que no estamos sustituyendo a nadie. Que los hijos sientan que sus vínculos familiares con su otro progenitor están seguros, y nadie ni nada va a cambiarlos, es necesario para que no se sientan amenazados por la nueva pareja.
  • Ganarse el respeto y el cariño. La nueva pareja también tendrá que armarse de paciencia, pues es normal que puedan darse conflictos difíciles de gestionar ya que a veces los hijos no ven a esta persona como figura de autoridad. El respeto y el cariño se irán ganando con tiempo y dedicación.

En resumen, el introducir a una nueva persona en la vida de nuestros hijos, requiere de mucha mano izquierda, paciencia y comunicación entre los adultos y los niños. Es muy importante prestar atención a los pequeños detalles y no dejarlos sin resolver, ya que será inevitable que se produzcan algunas situaciones delicadas. Tiempo, paciencia y dedicación son las claves para facilitar la adaptación de toda familia.

Por Instituto Carbonell 29 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona sobre un principio claro y contundente que aplica tanto a las relaciones de pareja como a las amistades o cualquier vínculo cercano: “Aporta o aparta” . Según el Dr. Carbonell, es frecuente encontrar personas que entran en nuestras vidas sin un verdadero compromiso emocional . Son relaciones en las que uno de los dos sí intenta aportar: entrega sinceridad, nobleza, cuidado, y busca construir algo sólido, ya sea un vínculo afectivo, un proyecto de vida o simplemente una conexión honesta. Pero se topa con alguien que, en lugar de corresponder, solo toma lo que le conviene: apariencia, compañía, atención o sexo, sin ningún interés real por lo que la otra persona es en profundidad . En estos casos, el Dr. Carbonell invita a hacer una reflexión firme: si la otra persona no está dispuesta a construir contigo, a implicarse y a sumar a tu vida, lo más sano es que se aparte . No se trata de pedir perfección ni de tener relaciones idílicas, sino de exigir un mínimo de reciprocidad. Si alguien no quiere recibir lo que tú tienes para ofrecer, entonces debe dejar espacio para que llegue quien sí lo valore.  El mensaje es claro: sé consciente de lo que das, de lo que necesitas y de lo que mereces . Si no hay una voluntad real de compartir y sumar en ambas direcciones, entonces no hay relación, hay desequilibrio. Y ante eso, la decisión más madura y saludable es no insistir. Porque, como concluye el Dr. Carbonell: “ Si no puedes aportar, apártate, y deja que el otro busque su felicidad donde sí pueda encontrarla ”.
Por Instituto Carbonell 28 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda junto a la especialista M. Miranda un fenómeno psicológico muy común: la procrastinación , es decir, el hábito de postergar tareas importantes, aunque sepamos que deberíamos hacerlas. Según el Dr. Carbonell, la procrastinación no es simple pereza , sino una estrategia de evitación emocional. Cuando una tarea genera incomodidad —como miedo al fracaso, estrés, inseguridad o presión—, el cerebro activa un mecanismo de defensa: evitar lo que produce malestar y refugiarse en actividades que generan gratificación inmediata (como mirar el móvil, ordenar, o ver series). Este patrón, explica, se vincula directamente con la autoestima . Muchas personas postergan porque no confían en sus capacidades , temen no estar a la altura de lo que se espera de ellas o de lo que ellas mismas se exigen. Al evitar actuar, preservan su autoimagen, pero también alimentan un ciclo de más ansiedad y frustración . La solución, según el Dr. Carbonell, no está en forzarse a hacer las cosas a toda costa , sino en entender las emociones que hay detrás de esa evitación . Solo así se puede romper el patrón. Propone: Reconocer lo que sientes antes de evitar una tarea. Dividir los objetivos en pasos pequeños y alcanzables. Tratarse con amabilidad en lugar de crítica constante. Establecer metas realistas, no perfectas. Y si este patrón afecta tu día a día, insiste en la importancia de consultar con un profesional de salud mental , para ayudarte a identificar el origen emocional y trabajarlo adecuadamente. En resumen, procrastinar no es olvidarse de tus tareas, sino olvidarse de ti : de tu bienestar, de tu valor, de tu capacidad. La clave está en reconectar contigo desde la comprensión, no desde la exigencia.
Por Instituto Carbonell 27 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda un tema muy común pero pocas veces verbalizado con la crudeza que merece: la autoexigencia desmedida y el castigo constante hacia uno mismo . En su reflexión, nos muestra cómo muchas personas llegan a consulta cargando un discurso interior implacable: se critican, se juzgan, se sienten insuficientes, frustradas con su vida, su apariencia, sus logros… o más bien, la ausencia de estos según sus expectativas. Carbonell destaca cómo esta forma de pensar nos lleva a una percepción distorsionada , donde todo parece estar mal. La vida se siente vacía, gris, “sosa”, como él mismo dice. Uno empieza a dejar de valorar las pequeñas cosas que realmente hacen la diferencia: una comida compartida, una amistad sincera, el tiempo que alguien dedica a nosotros, el amor que otros nos dan incluso cuando nosotros mismos no nos sentimos dignos de recibirlo. Él insiste en que no se puede vivir bajo el látigo de la comparación constante con las imágenes idealizadas que vemos en redes sociales, ni con los estándares imposibles que nos imponemos como si tuviéramos que ser siempre la mejor versión de todo: la pareja perfecta, el amigo ideal, el profesional imparable. Esta presión solo nos conduce al agotamiento emocional y a la sensación de fracaso permanente. Lo más paradójico es que esa versión de ti que a veces desprecias... es la que otros aman, desean y valoran profundamente. No necesitas reinventarte todos los días ni ser espectacular para tener valor. A veces, simplemente estar, ya es suficiente. Vivir con más compasión, más ternura hacia uno mismo, es el punto de partida hacia una vida más plena y equilibrada.  En conclusión, gira la tortilla mental , deja de narrarte en negativo y empieza a vivir desde el aprecio y no desde el juicio . Porque como dice el doctor: "Pensad que valéis muchísimo… y a vivir la vida."