PENSAR DEMASIADO (OVERTHINKING)

23 de mayo de 2025

¿Alguna vez has sentido que no puedes dejar de darle vueltas a un problema, como si tu mente no tuviera botón de "pausa"? Eso es lo que se conoce como overthinking, o en español, pensar demasiado. Pensar sobre las cosas es algo natural, útil y necesario. Pero cuando pensar se convierte en darle mil vueltas a lo mismo, imaginando todos los "¿y si...?" posibles, entonces puede producir un agotamiento, mayor estrés y en algunos casos bloqueos ante ciertas situaciones.


¿Cómo saber si estás cayendo en el overthinking? Algunas señales comunes:


  • Problemas a la hora de tomar decisiones.
  • Preocupación excesiva por todo lo que podría salir mal.
  • Problemas para dormir porque tu cabeza no para de pensar.
  • Elevada autocrítica, repasas tus errores y te preguntas qué pensarán los demás.
  • Dificultad para desconectar de un pensamiento aunque quieras dejarlo atrás.


El overthinking suele estar relacionado con el miedo a equivocarse, la inseguridad o el deseo de tener todo bajo control. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, cuando este patrón de pensamientos repetitivos genera malestar significativo o interfiere con las actividades cotidianas, lo más recomendable es buscar ayuda de un profesional de la salud mental.

Por Instituto Carbonell 4 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell propone que para liberarnos de una expareja cuando aún no podemos aplicar una “extinción cero”, realicemos una dieta expareja. Consiste en eliminar del entorno inmediato todos los estímulos que activen recuerdos: fotos en el móvil, regalos, imágenes en casa y cualquier objeto significativo. También recomienda evitar itinerarios, lugares, gimnasios, pubs o restaurantes que estaban asociados a la relación, así como mantener distancia temporal de los amigos comunes para ganar espacio personal. Señala que, si se consigue crear ese entorno protegido —acompañado de terapia, medicación si es necesaria y trabajo personal— será mucho más fácil avanzar, crecer emocionalmente y superar el duelo hasta lograr finalmente una verdadera desconexión emocional.
Por Instituto Carbonell 3 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell señala que felicitar a un ex es una decisión delicada que depende de cómo se haya gestionado la ruptura y del tiempo transcurrido. Advierte que un mensaje bienintencionado puede ser interpretado de muchas maneras —como una apertura, una provocación o una falta de respeto— y por eso recomienda hacerlo sólo cuando no queden rencores ni remordimientos y la relación haya quedado claramente en el pasado. Concluye que, aunque en ocasiones puede estar bien retomar gestos cordiales, hay que actuar con precaución y sentido común: no basta con quedar bien, hay que asegurarse de que el gesto no cause daño.
Por Instituto Carbonell 2 de diciembre de 2025
Según Miguel Pita, Dr en genética y biología celular, el amor es un proceso biológico que funciona como una “droga” natural: produce euforia, obsesión y luego un apego más estable. El desamor también es un proceso biológico y duele porque el cerebro intenta que volvamos a la pareja. Cada persona vive el amor distinto según sus hormonas y experiencias. ¿Qué hacer si estoy sufriendo por desamor? Normaliza tus emociones: Lo que sientes es biológico (euforia, obsesión, ansiedad o dolor) Acepta los tiempos del cerebro: El desamor mejora con tiempo porque el cerebro necesita desactivar los mecanismos que creó durante el enamoramiento. Reconoce tu estilo emocional: puedes tender a buscar euforia o a disfrutar más del apego. Entenderlo ayuda a comprender cómo amas. Observa patrones en tus elecciones: solemos enamorarnos de personas que coinciden con nuestra “imagen mental”. El cerebro encuentra estos patrones con claridad. No intentes controlar todo: el amor tiene una parte instintiva muy fuerte, puedes manejar tus decisiones, pero no la química. Rodéate de apoyo: saber que todos pasan por lo mismo ayuda a reducir la sensación de rareza o culpa. En opinión del Dr. Carbonell, nos ayuda el hecho de comprender los mecanismos biológicos del amor, a desmitificarlo sin quitarle profundidad al amor y desamor, permitiendo vivirlo con más conciencia.