El duelo en pandemia
6 de mayo de 2021
El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida de un ser querido. Esta pandemia ha cambiado este proceso psicológico de forma radical. Las familias no se han podido despedir de sus seres queridos cómo les hubiera gustado. Esto produce un sufrimiento prolongado, incluso pudiendo desarrollar depresión, ansiedad u otros trastornos. A este dolor se le juntan sentimientos de culpa, frustración, rabia, … Todo esto se produce porque el amor y afecto que sentimos por nuestros allegados se ha quedado reprimido por la situación actual en la que nos encontramos.
El duelo en situaciones extremas, como en la que nos encontramos, se denomina “duelo de riesgo”, ya que es más complicado que en condiciones normales al producirse de forma inesperada. y no poder realizar un “rito de despedida”, que ayuda y facilita a superar mejor la pérdida.
Los expertos explican que cada persona actúa de forma diferente a la muerte. Todas las formas son válidas y normales. Se aconseja buscar ayuda de profesionales de la salud mental para expresar los sentimientos y estar acompañado durante el proceso.
En opinión del psiquiatra Dr. Carbonell, desde Palma, estamos ante una situación excepcional que requiere de unas medidas específicas para enfrentarnos a ella. En este caso, queda reflejado lo importante que es tener un apoyo psicológico y psiquiátrico para enfrentarnos a la pérdida de un ser querido.
Fuente: periódico ABC
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo. En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.

El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.

El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.