¿Estás deprimido?
24 de agosto de 2025
El Dr. José Carbonell explica que la depresión es una enfermedad real, diferente de un simple bajón o una mala racha. Se trata de alteraciones químicas en el cerebro que a menudo requieren ayuda profesional, especialmente terapia. Señala que si los síntomas como falta de energía, irritabilidad, insomnio, pérdida de interés y una visión negativa de la vida persisten, es fundamental buscar apoyo de un especialista, ya sea un psicólogo, psiquiatra o médico. Subraya la importancia de actuar para no dejar que la depresión oscurezca la vida y anima a buscar ayuda para encontrar una solución efectiva.

El Dr. Jose Carbonell explica que muchas personas basan su autoestima únicamente en la validación externa, dependiendo de los elogios o el reconocimiento constante de los demás para sentirse valiosas. Advierte que este patrón genera frustración y desgaste, porque nunca será suficiente lo que recibamos si no existe un amor propio sólido. Subraya la importancia de aprender a valorarse, aceptarse con virtudes y defectos, y centrar la vida en lo que a uno mismo le interesa y le hace crecer. Solo así, cuando lo que damos a los demás se corresponde con lo que recibimos, se alcanza un equilibrio sano y auténtico.

El Dr. Jose Carbonell explica que en muchas relaciones uno de los miembros puede sentir que da todo de sí mismo sin lograr la estabilidad o felicidad esperada. Señala que, aunque se intente complacer al otro o incluso se recurra a la terapia de pareja, la relación puede no funcionar si no existe equilibrio. Para él, las parejas son como puentes sostenidos por dos pilares: ambos deben ceder, negociar y cuidar también de sí mismos, porque no basta con que uno solo se sacrifique. Resalta que la clave está en el respeto, la paciencia y la capacidad de adaptación mutua para que la relación evolucione de forma sana.

El Dr. José Carbonell reflexiona sobre la importancia de saber soltar cuando una situación, ya sea una relación o un proyecto, está estancada y no evoluciona. Aunque duele reconocer que algo no ha funcionado y aceptar la pérdida de lo invertido, es mejor perder ahora que seguir perdiendo más tiempo y energía. Cada experiencia, incluso las negativas, suma y sirve para crecer. Aprender a soltar permite liberarse y prepararse para afrontar futuras situaciones con más sabiduría, evitando repetir errores pasados. En definitiva, a veces hay que perder para no perder aún más.