Estrés y sus efectos en nuestro cuerpo

9 de agosto de 2019

El estrés ya ha pasado a ser una forma de vida para muchas de las personas de nuestra sociedad. El pago de facturas, los cambios en el trabajo, los problemas en nuestras relaciones y los problemas de salud están muy relacionados con la ansiedad.
Estos y otros estresores afectan a nuestro cuerpo activando nuestra “respuesta al miedo”. Digamos que nuestro sistema nervioso genera una respuesta frente a la amenaza, activando nuestro cuerpo en un modo de “alerta”, y toda esa activación disminuye una vez desaparece la amenaza. En cambio, cuando hablamos de estrés, especialmente cuando este dura un periodo largo en el tiempo, nuestro cuerpo empieza a mostrarnos síntomas físicos más graves como los que la psicóloga Rachel Fintzy especifica en un artículo publicado el 30 de junio en PsychCentral. Entre ellos destacamos:

Problemas digestivos tales como náuseas, dolor, acidez, gases, diarrea y/o estreñimiento. El estrés puede afectar a nuestro estómago disminuyendo su producción de ácidos o alterando la propia digestión. Además, si también nos causa tensión muscular, puede que exista presión en nuestro estómago hecho que puede causarnos malestar o dolor.

Cambios en nuestro apetito. Con el estrés se han demostrado distintas consecuencias: algunas personas muestran mayor apetito, pero otras en cambio parecen perderlo cuando están más estresadas.

Aumento de peso. Además de la posibilidad de que nuestro apetito aumente, especialmente por lo que hace a azúcares o grasas, el cortisol (hormona del estrés) también se relaciona con la retención de líquidos y que nos sea más complicado deshacernos de la grasa corporal, por lo que es posible que subamos de peso.

Dolor de cabeza. Esto es muy común tanto durante las épocas más estresantes como en los periodos posteriores de relajación. Por ejemplo, podemos experimentar dolores de cabeza intensos un día en el que el trabajo sea muy estresante, y también vivirlos durante el fin de semana, aunque desconectemos de esa intensidad.

Dolor y tensión muscular. Cuando estamos estresados nuestros músculos se tensan. Forma parte de nuestro instinto de protegernos frente la amenaza: estamos en alerta. Si el estrés sigue en el tiempo podemos acabar desarrollando problemas en zonas como por ejemplo la espalda o el cuello.

Estar cansados y con poca energía. Aunque ir estresado suele asociarse a ir siempre con prisas y nervios, la verdad es que sentirnos agotados es uno de los síntomas más comunes cuando una persona lleva mucho tiempo con estrés.

Dolor en el pecho y taquicardias. Estos efectos pueden notarse tanto en momentos de más nerviosismo como una vez el trabajo o las preocupaciones disminuyan. La opresión en el pecho puede perdurar debido en parte a la tensión que sigue en nuestros músculos.

Problemas para dormir. Cuando estamos muy estresados resulta difícil relajarse y dejar que nuestro cuerpo descanse, pues este ha estado tenso durante mucho tiempo, por eso es muy probable que el insomnio aparezca o que nuestro sueño no sea el adecuado. A pesar de ello, nuestro cuerpo sigue necesitando el descanso y por ello es común que estemos cansados durante el día.

Es más probable que nos enfermemos. Nuestro sistema inmune se ve afectado cuando llevamos mucho tiempo estresados, hecho que se refleja en una mayor probabilidad de coger resfriados, gripes y otros virus o infecciones.

Pérdida de cabello. Perder hasta 100 pelos por día es algo normal, pero cuando el estrés se mantiene esta cifra puede aumentar.

Cambios en nuestra piel. El estrés aumenta la producción de andrógenos por lo que puede que en épocas de mucho estrés sintamos que tenemos más granos. También podemos desarrollar irritaciones en la piel (como eczema, psoriasis o dermatitis).

En opinión del Dr. Carbonell, es importante estar atentos a nuestro cuerpo. Es bastante común que en épocas de estrés no nos fijemos en él, pero es realmente necesario prestarle atención ya nos dice mucho sobre nuestro bienestar. Acudir a un profesional de la salud mental es de gran ayuda para mejorar esos síntomas y sentirnos mejor.

Por Instituto Carbonell 18 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell reflexiona sobre la importancia de buscar ayuda profesional antes de "caer muy bajo" en la vida. Señala que a menudo, las personas no se dan cuenta de que la caída es gradual y se aferran a situaciones (como una relación o un puesto de trabajo) pensando que remontarán, a pesar de que la situación esté desestructurando su vida . Él comenta que, si bien el cambio a veces ocurre al tocar fondo, en otras ocasiones, son las personas que nos rodean quienes nos alertan de que no estamos bien. El concepto clave es que debemos establecer límites de hasta dónde estamos dispuestos a caer o tener "días malos" cuando estamos bien. Finalmente, el Dr. Carbonell enfatiza que es fundamental superar el estigma o el miedo a acudir a un psicólogo o psiquiatra para resolver problemas cotidianos, del mismo modo que se ve como algo normal ir al terapeuta de manera regular para mantener una salud mental óptima. Lo justo es identificar a tiempo si se está cayendo para buscar ayuda profesional, ya que no es correcto que uno sea la propia víctima o que los demás esperen que la persona pueda salir de esa situación difícil por sí misma.
Por Instituto Carbonell 17 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que, aunque el contacto cero suele ser la recomendación ideal tras una ruptura, no siempre es posible cuando se comparte trabajo, gimnasio, amigos, hobbies o se vive en un entorno pequeño. Señala que en estos casos es inevitable encontrarse con la expareja y que eso puede resultar muy doloroso, especialmente al principio. Recomienda buscar apoyo profesional si la situación genera sufrimiento intenso, ya que un terapeuta puede ayudar a gestionar las emociones y a fortalecer la capacidad de afrontamiento. Añade que, con el tiempo y trabajando en el propio crecimiento personal, esos encuentros perderán intensidad emocional hasta dejar de afectar, convirtiéndose en una experiencia que aporta fortaleza y preparación para futuras relaciones.
Por Instituto Carbonell 16 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien deja a su pareja por otra persona, se trata de una situación dolorosa pero cada vez más común. Señala que a menudo puede verse venir por la monotonía, la distancia emocional y la pérdida de pasión dentro de la relación. Si eres quien ha sido dejado, recomienda centrarse en la recuperación personal, reconstruir la autoestima y retomar la vida sin dejar que el dolor defina el futuro. Si eres quien decide terminar para iniciar una nueva relación, aconseja hacerlo con respeto, claridad y procurando causar el menor daño posible. Además, destaca la importancia de romper el contacto entre ambos tras la ruptura, ya que esa “extinción” facilita la superación y evita interferencias en las nuevas etapas. En todo caso, subraya que el sentido común y el respeto mutuo deben guiar siempre el final de una relación.