Las secuelas a largo plazo de los trabajos estresantes

19 de septiembre de 2016

Si tu trabajo te provoca estrés y ansiedad, parece obvio que puede ser malo para tu salud. Pero, ¿cómo el historial de satisfacción en el trabajo afecta a nuestra salud al cabo de los años?

Un nuevo estudio muestra que las personas que han tenido niveles más bajos de satisfacción en el trabajo a los 20 y 30 años pueden tener un mayor riesgo de problemas de salud mental a los 40 años.

“Hemos encontrado que hay un efecto acumulativo de estrés en el trabajo sobre la salud que aparece a los 40 años,” explica el autor principal del estudio, Jonathan Dirlam, estudiante de doctorado en sociología en la Universidad Estatal de Ohio.

No hubo diferencia, sin embargo, en el riesgo para la salud mental entre los que estaban satisfechos con sus puestos de trabajo a través del tiempo y los que estaban “muy satisfechos”.

En el estudio, los investigadores analizaron los datos de cerca de 6.500 personas que participaron en la Encuesta Nacional Longitudinal de la Juventud en 1979, un estudio a largo plazo que ha seguido participantes desde 1979, cuando tenían de 14 a 22 años. El nuevo estudio incluyó información sobre la salud en la encuesta que se recogió cuando los participantes tenían 40 años.

Los investigadores encontraron que las personas con baja satisfacción laboral mantenida en el tiempo fueron un 46% más propensos a ser diagnosticados de problemas emocionales que aquellos con satisfacción alta. Estas personas también informaron peor salud mental general, niveles más altos de depresión y mayor dificultad para dormir.

Las personas del estudio que comenzaron con buena satisfacción laboral, pero con evolución negativa en sus niveles de satisfacción, mostraron mediciones de salud que estaban en la mitad de la tabla. Pero el hecho de que este grupo fuese mejor que el grupo con niveles de satisfacción siempre bajos, muestra que la historia de una persona con estrés en el trabajo, y no sólo sus niveles de estrés actuales, afectan a su salud mental .

El estudio tiene algunas limitaciones, como no valorar los problemas de salud previos en la vida de los participantes. Pero si el hallazgo es cierto, y la baja satisfacción laboral aumenta el riesgo de problemas de salud mental, la tendencia general a la baja satisfacción en el trabajo que se ha observado en los EE.UU. desde la década de 1980 podría tener efectos importantes sobre la salud de las personas en este país, explicaron los investigadores.

Artículo original en Live Science.

Por Instituto Carbonell 12 de junio de 2025
El Dr. Carbonell analiza el comportamiento de las personas excesivamente insistentes, aquellas que, a pesar de no recibir respuesta o interés, siguen buscando contacto a través de llamadas, mensajes, correos o apariciones frecuentes. Este tipo de insistencia, que puede comenzar como una muestra de interés legítimo, se convierte en un problema cuando no se respetan los límites que la otra persona intenta establecer. Según el Dr. Carbonell, es comprensible que al principio alguien insista con la intención de demostrar interés o de confirmar si hay una posibilidad real de vínculo. El problema surge cuando esa insistencia se vuelve invasiva, persiste frente a señales claras de rechazo o incomodidad, y no se acepta un “no” como respuesta. Por eso, el Dr. Carbonell recomienda establecer límites firmes y expresarlos de forma clara y directa. Es importante comunicar sin ambigüedades que no se desea continuar el contacto, que la otra persona está actuando unilateralmente y que su comportamiento está empezando a generar un impacto negativo. Si, pese a ello, la insistencia persiste y se traspasan los límites del respeto y la libertad personal, es necesario considerar la posibilidad de acudir a recursos legales para proteger el bienestar y la integridad emocional.  En resumen, el Dr. Carbonell subraya la importancia de no permitir que una relación indeseada o desequilibrada invada el espacio personal. La claridad, el autocuidado y, si es necesario, la intervención formal, son esenciales para poner fin a este tipo de situaciones.
Por Instituto Carbonell 11 de junio de 2025
El Dr. Carbonell aborda el fenómeno de la doble vida, un comportamiento que, aunque sorprendente, ha observado en numerosas ocasiones a lo largo de su experiencia clínica. Explica que existen personas que son capaces de mantener dos vidas paralelas —en ocasiones, incluso dos familias distintas— sin que una sepa de la existencia de la otra. Este tipo de comportamiento no siempre está asociado a perfiles extravagantes o fácilmente sospechosos; al contrario, muchas veces proviene de personas aparentemente normales, discretas y sencillas, lo que genera una gran sorpresa en quienes las rodean. El Dr. Carbonell subraya que su función como profesional no es juzgar, sino comprender y acompañar. No obstante, pone el foco en quienes sufren las consecuencias de estas dobles vidas: las víctimas, que pueden descubrir años después la existencia de otra familia, otros hijos, u otra vida completamente desconocida. A esas personas les recuerda que no tienen ninguna culpa de lo ocurrido y que la responsabilidad recae únicamente en quien eligió vivir con ocultamientos y engaños. En cuanto a las personas que llevan esa doble vida, muchas veces, cuando intentan justificar sus actos, reconocen que la situación se les fue de las manos. Afirman que no supieron cómo ponerle fin, ni a quién elegir, y que, finalmente, aprendieron a sostener ambas realidades simultáneamente, aunque ello implicara una gran carga emocional y, en muchos casos, daño colateral. En definitiva, el Dr. Carbonell confirma que sí, existen personas capaces de llevar una doble vida, pero lamentablemente, los que más sufren no son quienes la viven, sino quienes la descubren tarde y deben reconstruir su mundo emocional a partir de esa traición.
Por Instituto Carbonell 10 de junio de 2025
El Dr. Carbonell reflexiona sobre una situación común en las relaciones sociales: cuando dos personas cercanas, amigos o conocidos, presentan versiones diferentes de un mismo conflicto y nos piden que tomemos partido. Ante esta disyuntiva, subraya que ambas personas pueden tener razón desde su propia perspectiva, ya que cada uno interpreta la realidad a través de su experiencia emocional y subjetiva. El Dr. Carbonell aconseja no intervenir directamente ni posicionarse a favor de una de las partes. En cambio, propone escuchar con empatía a ambos, recordando que, muchas veces, lo único que buscan es ser comprendidos, más que tener razón. Tomar partido solo puede llevar a tensiones innecesarias, e incluso al deterioro de las relaciones con uno u otro amigo. Además, advierte que involucrarse en un conflicto ajeno, incluso si nos presentan pruebas como mensajes, vídeos o imágenes, puede colocarnos en una posición incómoda o comprometida. Al brindar apoyo a uno, es fácil que el otro se sienta traicionado o juzgado, algo que no es deseable si se quiere mantener una relación saludable con ambos. En conclusión, el Dr. Carbonell recomienda mantener una postura neutral y no dejarse arrastrar por dinámicas de confrontación entre terceros. Cada uno tiene su versión legítima de los hechos y no es nuestra responsabilidad resolver un conflicto que no nos pertenece.