Los peligros del “like”

29 de octubre de 2019

Como consecuencia de las redes sociales, ha aumentado, sobre todo en los más jóvenes, la preocupación constante por la imagen externa. El hecho de tener un perfil en una red social implica ser continuamente valorado/a por otras personas. Haciendo que los usuarios sean más susceptibles a la aceptación y/o al rechazo de los demás. La imagen digital pasa a ser lo principal, lo que conlleva a un aumento de la exposición y una disminución de la intimidad y la privacidad. De cada vez es más frecuentes el mal uso de las redes, en forma de amenazas, ciberacoso, …

Esta preocupación por la imagen externa en las redes llega a ser causa de enfermedades mentales, como la depresión de Facebook o la depresión de Instagram, que son aquellas que se producen cuando no se reciben los “likes” esperados.

Según un artículo del periódico ABC, Facebook e Instagram estarían planteándose eliminar el recuento de los “me gusta” de las fotos y el número de reproducciones de los videos, de tal manera que solo podrá verlo la persona a quien pertenezca la cuenta. Así se pretende que los usuarios estén menos preocupados de que se vea lo popular o impopular que son. Ya se han comenzado a realizar pruebas en diferentes países para poder observar si el cambio mejora la experiencia de los usuarios.

Ferrán Lalueza, profesor de Ciencias de la Información y de la Comunicación en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), comenta que “ Instagram es la red social que más crece y la preferida de los adolescentes, por lo que este cambio tendrá repercusiones en los más jóvenes ”. En 2017, Instagram fue clasificada en un estudio de la British Royal Society for Public Health como la red social que más afecta de forma negativa a la salud mental y el bienestar de los jóvenes.

Al eliminar la visualización pública de los “likes”, desaparece la presión social que todo esto conlleva. Se reducen tanto los problemas de ansiedad y el acoso, como los efectos que tiene en el desarrollo de la autoestima y el autoconcepto. También se acaba la competición por ser el que tiene más “me gusta”, y todos los usuarios pasan a estar en la misma categoría de influencia.

En opinión del Dr. Carbonell, las nuevas tecnologías nos traen grandes avances pero también nos traen nuevas patologías. En este caso, vemos cómo las redes sociales pueden afectar a la salud mental, principalmente a los adolescentes. Tanto Facebook como Instagram ya están tomando medidas para reducir el impacto negativo de las mismas.

Por Instituto Carbonell 19 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que las amistades tóxicas son aquellas que arrastran a comportamientos que no benefician, como trasnochar, beber, consumir drogas o incluso abandonar hábitos saludables como ir al terapeuta o tomar medicación. Señala que estas personas empujan hacia un mundo más desestructurado que quizá ellas pueden manejar, pero que para uno supone un coste emocional y personal muy alto. Recomienda poner límites firmes y dejar claro qué conductas no se van a aceptar. Añade que, si la amistad no respeta esos límites y tus “noes”, entonces no puede mantenerse sin perjudicar la salud mental.
Por Instituto Carbonell 18 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell reflexiona sobre la importancia de buscar ayuda profesional antes de "caer muy bajo" en la vida. Señala que a menudo, las personas no se dan cuenta de que la caída es gradual y se aferran a situaciones (como una relación o un puesto de trabajo) pensando que remontarán, a pesar de que la situación esté desestructurando su vida . Él comenta que, si bien el cambio a veces ocurre al tocar fondo, en otras ocasiones, son las personas que nos rodean quienes nos alertan de que no estamos bien. El concepto clave es que debemos establecer límites de hasta dónde estamos dispuestos a caer o tener "días malos" cuando estamos bien. Finalmente, el Dr. Carbonell enfatiza que es fundamental superar el estigma o el miedo a acudir a un psicólogo o psiquiatra para resolver problemas cotidianos, del mismo modo que se ve como algo normal ir al terapeuta de manera regular para mantener una salud mental óptima. Lo justo es identificar a tiempo si se está cayendo para buscar ayuda profesional, ya que no es correcto que uno sea la propia víctima o que los demás esperen que la persona pueda salir de esa situación difícil por sí misma.
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El Dr. José Carbonell explica que, aunque el contacto cero suele ser la recomendación ideal tras una ruptura, no siempre es posible cuando se comparte trabajo, gimnasio, amigos, hobbies o se vive en un entorno pequeño. Señala que en estos casos es inevitable encontrarse con la expareja y que eso puede resultar muy doloroso, especialmente al principio. Recomienda buscar apoyo profesional si la situación genera sufrimiento intenso, ya que un terapeuta puede ayudar a gestionar las emociones y a fortalecer la capacidad de afrontamiento. Añade que, con el tiempo y trabajando en el propio crecimiento personal, esos encuentros perderán intensidad emocional hasta dejar de afectar, convirtiéndose en una experiencia que aporta fortaleza y preparación para futuras relaciones.