Sindrome postvacacional

10 de julio de 2025

El Dr. Carbonell reflexiona sobre un fenómeno que muchas personas experimentan al final del verano: el síndrome postvacacional. Explica que, tras unas semanas de desconexión, descanso y libertad de horarios, es completamente normal sentir cierta resistencia a retomar la rutina. El regreso al trabajo, las responsabilidades familiares, la vuelta al colegio de los niños y la pérdida de ese ritmo relajado del verano pueden resultar abrumadores.

Subraya que este periodo de transición al mes de septiembre —lo que algunos llaman “la cuesta de septiembre”— implica más que solo retomar el trabajo: conlleva también un cambio de estación, días más cortos, menos sol, y el fin de actividades como ir a la playa o disfrutar del aire libre. Todo ello impacta tanto física como emocionalmente.



El Dr. Carbonell señala que este malestar forma parte de un proceso normal de adaptación. Todos los años ocurre y afecta a la mayoría de las personas en mayor o menor medida. Sin embargo, no todos lo gestionan igual: hay quienes lo sobrellevan con facilidad y quienes lo viven con más dificultad. La clave está en prepararse mentalmente para el regreso, mantener una actitud flexible y entender que recuperar la rutina también tiene su lado positivo. De hecho, muchas personas acaban agradeciendo esa estructura y previsibilidad que el día a día ofrece, lo que él llama con humor la “bendita rutina”.


Aun así, advierte que si ese malestar se prolonga demasiado, se vuelve muy intenso o impide funcionar con normalidad —por ejemplo, si se experimentan síntomas de ansiedad, insomnio o tristeza persistente—, es recomendable consultar a un profesional de salud mental. En la mayoría de los casos, sin embargo, el síndrome postvacacional se supera con paciencia y tiempo, a medida que el cuerpo y la mente se readaptan.

Por Instituto Carbonell 27 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que nos cuesta poner límites porque implican consecuencias dolorosas tanto para quien los recibe como para quien los establece. Señala que, aunque fijar límites aporta estructura, orden y respeto, hacerlo supone asumir el sufrimiento que puede causar —ya sea a una pareja, a un hijo o a un amigo— y también el propio malestar de sostener esa decisión. Advierte que, si no se respetan los límites que uno mismo marca, los demás tampoco lo harán, lo que abre la puerta a abusos y descontrol. Por ello, insiste en que poner límites es difícil, pero esencial para mantener relaciones sanas y un respeto mutuo real.
Por Instituto Carbonell 26 de noviembre de 2025
¡Hemos ampliado nuestro horario de atención!
Por Instituto Carbonell 25 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que hoy cuesta más encontrar el amor verdadero porque vivimos en una época de impaciencia y expectativas irreales, tanto hacia nosotros mismos como hacia las relaciones. Señala que idealizamos el amor y nos exigimos un nivel de éxito afectivo difícil de alcanzar, lo que nos aleja de vínculos naturales y realistas. Destaca que para acercarnos al amor verdadero es esencial trabajar en uno mismo, aprender a ser pacientes, tolerantes y capaces de perdonar, cualidades que luego deben compartirse con la otra persona. Añade que las relaciones reales no se parecen a las imágenes perfectas de las redes sociales: implican cansancio, responsabilidades y esfuerzo diario. Para él, el amor verdadero no es solo pasión, sino cultivar juntos e individualmente la relación, creando un vínculo funcional, enriquecedor y profundamente realista.