Ahora le quiero ahora no le quiero
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda en este mensaje una de las experiencias emocionales más desconcertantes y comunes en las relaciones afectivas modernas: el amor intermitente. Ese vaivén emocional donde un día sentimos que hemos encontrado a la persona de nuestra vida, y al siguiente, dudamos de si realmente queremos seguir a su lado. O, a la inversa, cuando alguien nos dice que somos lo más importante de su mundo… para luego alejarnos sin razón aparente.
Carbonell pone el foco en una realidad relacional muy frecuente: parejas que entran y salen de nuestras vidas como si tomaran “vacaciones emocionales”, intensamente presentes durante la semana, pero ausentes emocional o físicamente cuando llega el fin de semana, cuando aparecen otras prioridades, planes o personas. Esta dinámica, lejos de ser estable, genera un desgaste emocional profundo, cargado de dudas, expectativas rotas y una montaña rusa de sentimientos.
El doctor señala que el amor intermitente refleja una gran ambivalencia emocional, y que muchas veces surge de un conflicto interno: por un lado, existe un vínculo fuerte, tal vez incluso una idealización del otro; pero por otro, la persona no termina de comprometerse, se asusta, o comienza a comparar constantemente lo que tiene con lo que podría tener con alguien más. Esto ocurre, explica Carbonell, porque vivimos en una sociedad donde el amor ha dejado de ser una decisión a largo plazo y ha pasado a ser un sentimiento sujeto a evaluación continua.
Ya no se ama “pese a todo”, como ocurría en generaciones anteriores. Hoy, muchas relaciones están atravesadas por la lógica del rendimiento emocional: si lo que estoy recibiendo no me convence al 100%, si siento que puedo estar mejor en otro lado, entonces me retiro… aunque luego regrese, porque me doy cuenta de que lo que dejé tenía más valor del que supe apreciar.
Frente a esta inestabilidad afectiva, el Dr. Carbonell propone dos caminos posibles:
- Enfrentar la situación de manera consciente y madura, idealmente con el apoyo de un terapeuta de pareja. Esto implica abrir espacios de diálogo sincero, revisar qué está fallando, qué necesidades no están siendo atendidas, y si realmente hay un proyecto en común que aún se puede reconstruir.
- Aceptar la imposibilidad de una relación estable y optar por tomar distancia definitiva. A veces, lo más sano es dejar de sostener vínculos inestables que nos consumen emocionalmente y dar espacio para reconstruir nuestra vida desde un lugar más firme y centrado en uno mismo.
En definitiva, el amor intermitente no es sostenible a largo plazo. Puede parecer romántico en sus idas y venidas, pero en realidad es señal de que algo más profundo necesita atención. Si no se resuelve, termina por desgastar a ambas personas y vaciar el vínculo de sentido.
El Dr. José Carbonell nos recuerda que el amor verdadero necesita constancia, compromiso emocional y, sobre todo, claridad. Querer de verdad no es aparecer y desaparecer: es quedarse y construir, incluso cuando las emociones no siempre están al máximo.


