¿Qué ocurre en el cerebro cuando nos rompen el corazón?

21 de febrero de 2018

Una ruptura amorosa nos causa mucho dolor emocional. Este dolor, se siente de forma física y visceral – en nuestro estómago y en el pecho – este es el motivo por el que nos referimos a ello como “tener el corazón roto”. Pero aunque la expresión se refiere al corazón, el órgano al que deberíamos prestar atención es el cerebro.

Cuando nos rompen el corazón, el cerebro reacciona de forma dramática y produce una emoción muy dolorosa. Comprender porque pensamos, nos sentimos y comportamos como lo hacemos en estos momentos es importante si queremos ser capaces de lidiar con la situación y recuperarnos.

Cambios neurobiológicos en la ruptura:

1. El dolor emocional se siente como dolor físico:

Tras muchos estudios realizados con resonancia magnética funcional, los resultados han mostrado que al sentir el dolor emocional ligado a una ruptura, se activan los mismos mecanismos cerebrales que cuando sufrimos dolor físico. De hecho, mientras que el dolor físico raramente permanece a niveles muy intensos durante mucho tiempo, el dolor emocional puede mantenerse durante horas, semanas e incluso meses.

2. Síntomas de abstinencia como en las adicciones:

Otros estudios también realizados con resonancia magnética funcional, descubrieron que cuando cortas con alguien se activan los mismo mecanismos en el cerebro que se les activan a los adictos cuando tienen abstinencia. Estos síntomas de abstinencia producidos por la pérdida del amor de la otra persona, interfiere en nuestra capacidad de pensar, concentrarnos y en nuestras habilidades cognitivas en general. Dado que no esperaríamos que un adicto, en medio de su desintoxicación fuese capaz de funcionar de forma eficiente en su trabajo o en su vida personal, debemos entender la similitud de ambos procesos y modificar nuestras expectativas de eficacia.

3. Pensamientos intrusivos que nos tienen atascados:

Cuando nos rompen el corazón nuestro cerebro genera pensamientos intrusivos sobre nuestra ex pareja que nos invaden la mente sin previo aviso. Puede tratarse de una imagen mental de él, un trozo de una conversación o un recuerdo. Cada vez que sucede, este pensamiento reabre la herida y reactiva el dolor emocional, desencadenando otra vez los síntomas de abstinencia. Teniendo en cuenta que esto sucede docenas de veces al día, es fácil entender porqué cuesta tanto recuperarnos en poco tiempo.

En opinión del Dr. Carbonell una ruptura es un evento vital que tiene un gran impacto en nuestras vidas. La evolución de la neurociencia nos permite identificar y entender mejor el dolor y el sufrimiento por el que pasamos. Un proceso tan complejo que nos afecta a nivel global es recomendable realizarlo acompañado de un profesional de la salud mental. De esta manera acortamos la duración del duelo y hacemos que el proceso sea menos doloroso.

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