SÍNDROME DE TARZÁN; IR SALTANDO DE PAREJA EN PAREJA

9 de mayo de 2025

El Síndrome de Tarzán hace referencia a las personas que no sueltan una relación (o situación emocional) hasta tener otra segura a la que aferrarse. Se utiliza de forma metafórica ya que igual que Tarzán va de una liana a otra sin soltar la primera hasta tener la siguiente bien agarrada, estas personas evitan estar solas hasta tener otra pareja asegurada.


Según explica Corisco, M. en el artículo, entre las causas más comunes de esto se encuentran:


  • Miedo a la soledad: Uno de los factores más frecuentes. 
  • Baja autoestima: Se busca validación o sentirse querido/a a través de otra persona porque no se percibe suficiente valor propio sin pareja.
  • Dependencia emocional: Dificultad para sentirse completo sin una relación. 
  • Falta de cierre emocional: No se procesa adecuadamente el duelo de una relación anterior antes de iniciar una nueva.
  • Patrones aprendidos en la infancia: Algunas personas crecieron viendo relaciones inestables o con modelos afectivos poco saludables, y repiten ese patrón inconscientemente.
  • Miedo al compromiso real: Paradójicamente, algunas personas que "saltan" de relación en relación lo hacen para evitar el compromiso profundo; al ir cambiando constantemente de pareja, evitan enfrentar una conexión más duradera.
  • Idealización del amor romántico: Se cree que estar en pareja es sinónimo de felicidad, y se busca continuamente esa “chispa” inicial sin profundizar en vínculos más sólidos.


En el artículo también se explica que, para dejar atrás el “Síndrome de Tarzán”, lo primero es aprender a estar bien con uno mismo sin necesidad de tener pareja. Entender que estar solo no es algo malo, sino una oportunidad para conocerse, disfrutar de los propios intereses y fortalecer la autoestima. También es clave darse un tiempo para sanar después de una ruptura, entender lo que pasó y cerrar bien esa etapa antes de empezar para que cuando se decida estar con alguien, que sea por elección para así construir relaciones más sanas y auténticas.


En opinión del doctor Carbonell y M. Miranda, si pasar de una relación a otra o estar solo genera malestar, hablar con un profesional de la salud mental puede ser de gran ayuda para entender qué hay detrás de este patrón y para encontrar formas más sanas de relacionarse.


Por Instituto Carbonell 22 de septiembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que, cuando alguien pide perdón, no siempre es adecuado aceptarlo sin condiciones, pues hacerlo en exceso puede impedir que la otra persona aprenda de sus errores y además debilitar la autoestima propia. Señala que el perdón tiene sentido cuando existe un objetivo común basado en comunicación, complicidad, paciencia y respeto, ya que en ese contexto ambas partes pueden crecer. En cambio, si la situación genera desgaste, frustración y cesiones continuas, lo más saludable es no perdonar.
Por Instituto Carbonell 18 de septiembre de 2025
La adolescencia siempre ha sido una etapa de cambios intensos: el cuerpo se transforma, las emociones se vuelven más intensas y las relaciones sociales adquieren un papel central. Hoy, a todo esto se suma un nuevo escenario: internet, los móviles y las redes sociales. Herramientas que abren puertas al aprendizaje, la comunicación y el entretenimiento, pero que también pueden convertirse en un riesgo si se usan sin control. Tal como explica Echeburúa, E. en el artículo, las pantallas en sí mismas no generan adicción. Lo problemático surge cuando se convierten en la vía principal de gratificación, facilitando conductas dependientes como el uso excesivo de redes sociales, los videojuegos, las apuestas online o incluso las compras compulsivas. Estas dinámicas pueden derivar en problemas emocionales y de salud, como ansiedad, depresión, insomnio, dificultades de concentración o baja autoestima. También aumentan la exposición a situaciones como el ciberacoso, la pérdida de intimidad o el acceso a contenidos inadecuados. Algunas señales de alarma que conviene no pasar por alto son: Conexión prolongada y sin control. Irritabilidad al no poder usar el móvil. Mentiras sobre el tiempo o el contenido de uso. Multitarea constante con el dispositivo. Bajo rendimiento académico. Distanciamiento de la familia y amistades. Alteraciones del sueño.  En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, detectar a tiempo estas señales y acompañar con límites claros, apoyo emocional y coherencia en el ejemplo es clave para que los adolescentes aprendan a relacionarse con la tecnología de una forma equilibrada y saludable.
Por Instituto Carbonell 17 de septiembre de 2025
Hoy en día, ligar por aplicaciones puede ser emocionante, pero también muy desgastante. Surgen comportamientos como: Ghosting: alguien desaparece sin dar explicaciones. Breadcrumbing: te dan “migajas” de atención para que no pierdas el interés, pero nunca se comprometen. Zombieing: después de desaparecer, vuelven como si nada. Tal como indica Mouzo, J. en el artículo, estas conductas afectan directamente la salud emocional: Impacto en la autoestima: cuando alguien te ignora o te deja en incertidumbre, es fácil interpretarlo como un rechazo personal, lo que puede generar inseguridad y autocrítica. Soledad y ansiedad: recibir señales confusas o intermitentes hace que la persona quede atrapada en la expectativa, aumentando la sensación de vacío y frustración. Confusión y falta de cierre: en el caso del ghosting, el no tener una explicación deja a la persona sin la posibilidad de entender qué pasó, lo que puede vivirse como una especie de “duelo sin respuestas”. Patrones de apego: muchos de estos comportamientos se relacionan con estilos de apego inseguros. Por ejemplo, el breadcrumbing puede estar ligado a la necesidad de atención constante sin saber manejar la intimidad real. A nivel colectivo, la dinámica de las aplicaciones refuerza la superficialidad y la idea de que siempre hay más opciones, lo que facilita vínculos rápidos pero frágiles. Esto genera lo que algunos psicólogos llaman “microdecepciones constantes”: pequeñas frustraciones que, acumuladas, pueden llevar al cansancio emocional y a la desconfianza en nuevas relaciones. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, este fenómeno no debería llevarnos a rechazar por completo las aplicaciones, sino a usarlas con mayor conciencia emocional y sentido crítico.