¿Son normales los atracones?

11 de mayo de 2020
Durante el confinamiento, muchas personas tienen atracones y han subido de peso. Hasta cierto punto, esto entra dentro de la normalidad por la situación que estamos viviendo, ya que puede ser debido al hambre emocional, fruto de la ansiedad y el malestar. De todos modos, es importante no alarmarnos y diferenciar ambos conceptos, ya que la subida de peso se puede estar dando por falta de actividad y no necesariamente por atracones. 

Para poder hablar de atracones, se deben cumplir 3 o más criterios de los siguientes (DSM-V) :

1) Comer mucho más rápidamente de lo normal. 
2) Comer hasta sentirse desagradablemente lleno. 
3) Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre físicamente.
4) Comer debido a la vergüenza o malestar
5) Sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado. 

Todo esto empieza a ser algo más serio cuando como promedio, al menos una vez a la semana durante tres meses, experimentamos un intenso malestar respecto a estos episodios, es entonces cuándo podríamos hablar del trastorno por atracones. 

En estos casos es clave aprender a ver la relación entre nuestras emociones y la dieta. Una vez detectadas cuáles son estas emociones, debemos trabajarlas para aprender a encontrar una solución que nos calme alternativamente a la de comer.

En opinión del Dr. Carbonell, es normal que durante estas fechas comamos más por ansiedad, pero en el caso que se nos vaya de las manos es importante que acudamos a un profesional de la salud mental que nos ayude a gestionar estas situaciones. 

Por Instituto Carbonell 23 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que la idea de que “los hombres son básicos” es un prejuicio muy extendido, pero injusto y limitante. Señala que muchas personas llegan a consulta afirmando que los hombres solo se enfocan en trabajar, comer, estar con amigos, tener sexo y dormir, y que no conectan con inquietudes más profundas. Sin embargo, destaca que esta etiqueta no refleja la realidad: cada individuo —hombre o mujer— tiene su propio mundo emocional, sus proyectos y su nivel de complejidad personal. En su experiencia clínica, ha visto hombres con gran sensibilidad y mujeres que se relacionan mejor con hombres que con otras mujeres. Concluye que mantener estos prejuicios solo dificulta encontrar pareja y genera expectativas negativas. Por eso, invita a tratar a cada persona como un ser único, sin etiquetas, abriendo espacio al diálogo y a la construcción de relaciones auténticas.
Por Instituto Carbonell 22 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica lo que llama “el síndrome de la garrapata”, refiriéndose a personas que absorben la energía, motivación y organización de quienes tienen una vida bien estructurada, llena de proyectos, ambiciones y hábitos saludables. Señala que estos “chupadores de energía” pueden ser amigos, compañeros de trabajo, parejas o incluso familiares muy queridos, pero que aun así se apoyan excesivamente en quienes ven más fuertes, más capaces o más motivados, dejando caer sobre ellos su propia falta de iniciativa. El Dr. Carbonell destaca que estas personas tienden a subirse al proyecto de vida ajeno sin aportar, aprovechándose de la capacidad del otro para organizarse, avanzar y sostener responsabilidades. Por eso insiste en que el primer paso es identificarlos y el segundo, establecer límites claros. Aunque podamos quererlos y respetarlos, es fundamental proteger la propia energía, reconocer que los éxitos y esfuerzos propios no tienen por qué ser utilizados por otros, y dejar claro que no deben depender continuamente de uno.
Por Instituto Carbonell 21 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que las conversaciones que duelen son inevitables en la pareja, la familia, el trabajo o cualquier relación significativa. Señala que enfrentar estos diálogos difíciles es necesario para aclarar situaciones, poner nombre a lo que incomoda y evitar que los conflictos se estanquen o se prolonguen en el tiempo. Indica que la falta de estas conversaciones puede generar monotonía, distanciamiento, rupturas o pérdida de complicidad. Por ello, recomienda no huir, sino afrontar con valentía estos momentos, ya que son la clave para liberar tensiones, resolver problemas y fortalecer las relaciones.