Trucos para no picar entre horas

24 de noviembre de 2017

Irene Bretón, Dra. de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición y del Hospital General Universitario Gregorio Marañón afirma que en muchas ocasiones, el picoteo está más relacionado con un mal manejo del estrés, que con el hambre, dando una respuesta “inapropiada” a nuestros estímulos.

Este tipo de conductas inapropiadas son frecuentes en dietas no saludables. Si las llevamos al extremo, incluso pueden conllevar trastornos en la conducta alimentaria. “Debemos controlar un aspecto tan importante de la vida como es la alimentación”, afirma Bretón.

Los científicos del Centro de Investigación y de Educación de la Adicción de la Universidad de Texas (Estados Unidos) nos recuerdan que la neurociencia ha identificado diversos neurotransmisores implicados en la adicciones: la dopamina juega “un papel principal” cuando se adquiere una dependencia, pero no se comporta igual con la comida. “El cerebro no responde a los alimentos de la misma forma que lo hace con las drogas adictivas, como la heroína y la cocaína”, concluyó el pasado septiembre un estudio del consorcio europeo NeuroFAST.

A nivel médico, la adicción debe cumplir una serie de requisitos que dejan huella en el cerebro. Las sustancias adictivas activan el sistema de recompensa, pero los alimentos por sí mismos no presentan estas características. “La adicción a comer es un fenómeno conductual”, subraya Carlos Diéguez, investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición.

Nuestro comportamiento moldea las neuronas como si estuvieran hechas de plástico . El aprendizaje de determinadas conductas activa y desactiva el sistema de recompensa. Según las conclusiones de la investigación de NeuroFAST “Las personas desarrollan impulsividad a la comida empujados por sentimientos positivos que el cerebro asocia a este acto”.

En ese sentido, debemos tratar de poner orden en este comportamiento alterado. Para ello, los expertos nos dan las siguientes claves:

  1. Coma cinco veces al día para eludir picos de hambre y frenar el apetito entre horas.
  2. Divida el desayuno en dos tomas: una a primera hora y la otra a media mañana.
  3. Las comidas principales (almuerzo y cena) tienen que ser completas.
  4. Incorpore una merienda saludable a media tarde, como una pieza de fruta fresca, un bocadillo pequeño o unos cuantos frutos secos tostados o crudos (no salados). También puede ser una buena idea un yogur desnatado, unas tortitas de cereales o unos bastoncillos de zanahoria.
  5. Planifique la alimentación si va a pasar todo el día fuera de casa. A menudo, nos preparamos la comida pero no pensamos en lo que comeremos a media mañana o media tarde.
  6. La compra es el primer paso que marcará lo que tenemos en la despensa. Vaya al súper cuando no tengamos hambre para no comprar más de la cuenta.
  7. Haga actividades divertidas para librarse de la ingesta por aburrimiento.
  8. Relájese y respire profundo antes de comer para no hacerlo por tensión o ansiedad. Las infusiones como la tila ayudan. Sin azúcar, por supuesto.
  9. Evite comer rápidamente: sea consciente de ello mientras mastica. Para este fin, le ayudará no ver la televisión al mismo tiempo.
  10. Beba agua durante todo el día, no solo durante las comidas principales.

El Dr. Carbonell afirma que una vez más queda evidenciada la relación entre la salud mental y la buena conducta alimentaria. El inadecuado afrontamiento del estrés se suele traducir en malos hábitos como el tentador “picoteo” entre horas. Por ello es importante seguir las pautas recomendadas por los nutricionistas respecto a los hábitos de alimentación así como dejarse asesorar por un profesional de la salud mental para gestionar adecuadamente las situaciones de estrés.

Por Instituto Carbonell 6 de mayo de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda en esta reflexión el perfil de las personas comúnmente conocidas como "vendehumos": individuos que constantemente generan falsas expectativas, promesas vacías y justificaciones sin fin. Según explica, este tipo de personas se caracterizan por construir "cortinas de humo" —discursos adornados, evasivos o ambiguos— que les permiten evitar el compromiso real con lo que dicen o prometen. Carbonell advierte que, en muchas ocasiones, caemos en la trampa de creer en ellos porque resulta inconcebible pensar que todo lo que dicen pueda ser falso . A medida que se acumulan las excusas y los relatos, nuestra mente busca lógica o veracidad en medio del engaño: "Algo de esto tiene que ser cierto", pensamos. Sin embargo, el psiquiatra deja claro que la reiteración no hace más verdadera una mentira , y que seguir creyendo en discursos inconsistentes solo agranda la desilusión futura. Una idea central en su mensaje es que las personas vendehumos no actúan así solo por malicia: muchas veces esta forma de actuar es su modo habitual de relacionarse . Es decir, manipulan, prometen, y se excusan porque no saben hacerlo de otra manera , aunque incluso tengan buena voluntad de cambiar. Por eso, el Dr. Carbonell recomienda actuar con mucha precaución ante estos perfiles. No debemos caer en la trampa de esperar que un vendehumo se convierta de pronto en alguien confiable o coherente, simplemente porque se lo pedimos o porque nos prometió hacerlo. Aceptar esta realidad nos puede ahorrar frustraciones profundas.  En resumen, el Dr. Carbonell nos invita a mantener los ojos abiertos ante las promesas repetidas sin hechos que las respalden, a no justificar lo injustificable y a proteger nuestra salud emocional alejándonos de quienes solo siembran palabras, pero no cosechan acciones.
Por Instituto Carbonell 5 de mayo de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una de las experiencias más comunes y angustiantes en la vida cotidiana: la dificultad para tomar decisiones . Bajo el título “¿No te decides?”, analiza cómo muchas veces no solo sentimos presión externa para decidir, sino que también nos presionamos a nosotros mismos con una exigencia constante de tener claridad, rapidez y certeza ante cualquier elección. Según el Dr. Carbonell, es natural postergar decisiones, sobre todo cuando se trata de asuntos importantes o emocionalmente cargados. Lo hacemos con la esperanza de que, con el paso del tiempo, la respuesta se aclare por sí sola, o que las circunstancias externas resuelvan el conflicto sin que tengamos que asumir la responsabilidad directa. Sin embargo, esperar indefinidamente puede generar más ansiedad, confusión e insatisfacción. La recomendación del Dr. Carbonell es sencilla pero poderosa: realizar una valoración consciente de los pros y los contras de cada opción. Esta especie de “balanza emocional y racional” nos ayuda a observar con más claridad qué decisión se alinea mejor con nuestros intereses, nuestros valores y nuestro estilo de vida. No se trata de encontrar la opción perfecta, sino la opción más coherente con quiénes somos y qué queremos . Además, destaca la importancia de la autoestima y del respeto a uno mismo en el proceso de decisión. Tomar una decisión propia, aunque no sea perfecta , siempre es preferible a ceder ante la presión externa o a dejar que otros decidan por nosotros. En este sentido, decidir es un acto de amor propio.  En conclusión, el Dr. Carbonell nos anima a confiar en nuestra capacidad de elegir, a tomar decisiones desde la reflexión y no desde la presión, y a recordar que cada elección consciente es un paso más hacia una vida más auténtica y plena.
Por Instituto Carbonell 4 de mayo de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una experiencia emocional común y profundamente humana: la resistencia a aceptar lo que no queremos que sea cierto . Bajo el título “No quiero”, aborda ese sentimiento de negación que aparece cuando la vida nos exige soltar, aceptar una pérdida o renunciar a algo que anhelábamos intensamente. “No quiero aceptar un final”, dice, y esa frase representa mucho más que una simple negación. Es el reflejo de una lucha emocional interna , una forma de intentar protegernos del dolor, del rechazo o del fracaso. El "no quiero" es muchas veces un mecanismo de defensa , una manera de no enfrentarse aún a lo irreversible o a lo que duele. El Dr. Carbonell no plantea el "no querer" como una debilidad, sino como una reacción legítima ante la frustración. Rechazar que alguien ya no lucha por nosotros, que no podemos alcanzar ciertos objetivos o que las cosas no salieron como esperábamos, genera un duelo emocional. Pero también señala que en ese "no querer", a veces se esconde un grito de autoestima: "yo valgo, yo merezco" . La clave está en redirigir esa energía . En vez de quedarse estancado en el dolor de lo que no pudo ser, propone enfocar la experiencia como un aprendizaje. El sufrimiento, aunque duro, puede convertirse en un motor de crecimiento personal. Aceptar no significa rendirse, sino reconocer los límites y seguir avanzando con más conciencia y fuerza emocional .  En resumen, el Dr. Carbonell invita a transformar el “no quiero” en una pausa necesaria, un espacio de sanación, y después, en un paso hacia adelante. Porque todo lo que aprendemos en medio del dolor, termina haciéndonos más fuertes.