Averigua si tu hijo está deprimido

12 de abril de 2016

Los padres y madres de hijos adolescentes y los médicos que los atienden saben lo difícil que puede ser identificar la depresión en adolescentes. ¿Cómo saber cuándo nuestro hijo está simplemente triste o irritable y cuándo es algo más?

La Harvard Medical School recoge algunos de los datos principales sobre la detección de la depresión en la adolescencia que debemos tener en cuenta:

  1. La depresión es frecuente . Entre los 12 y los 18 años existe hasta un 8% de casos de depresión en Estados Unidos. Esto significa que aproximadamente uno de cada 12 adolescentes va a experimentar un episodio de depresión mayor en sus años de adolescencia.
  2. La condición es importante . La depresión en la adolescencia se asocia con la depresión más adelante en la vida. También puede conducir a un mal rendimiento escolar, abuso de sustancias, el embarazo precoz, e incluso el suicidio.
  3. La detección temprana puede ayudar a prevenir a largo plazo graves problemas . Al permitir que el adolescente obtenga un buen tratamiento desde el inicio de su problema, reduciendo así las posibles complicaciones.
  4. El tratamiento eficaz está disponible . La psicoterapia, en particular, se ha asociado con muy buenos resultados y ningún riesgo para la salud del adolescente. También contamos con medicación que en manos del especialista, muestran un amplio margen de seguridad.
  5. La detección es sencilla . Es sencilla si se ponen en práctica los medios adecuados. Existen varios cuestionarios sencillos y cortos que han sido examinados por expertos y ha demostrado ser fiables, incluso cuando se administra a los adolescentes.

En conclusión, hay que desmitificar la idea de que la depresión no afecta a los niños y adolescentes, y poner en marcha medidas para su detección y acceso a tratamiento ya que ha demostrado ser beneficioso a corto, medio y largo plazo.

Si usted nota que su hijo a no actúa como de costumbre o está decaído, hable con un profesional de la salud mental.

Por Instituto Carbonell 6 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los microdesprecios, aunque pequeños y a veces inconscientes, son de las conductas que más desgastan una relación. Señala que estos gestos —no tenerte en cuenta en planes, dejarte al margen en detalles cotidianos o ignorarte en situaciones sociales— minan poco a poco la autoestima y deterioran vínculos con parejas, familiares, amigos o compañeros de trabajo. Propone como prueba clave imaginar si la otra persona se sentiría despreciada si tú hicieras lo mismo: si la respuesta es sí, entonces estás ante un microdesprecio. Concluye que la única forma de protegerse es identificarlos, confrontarlos y, si es necesario, tomar distancia para no permitir que sigan afectando tu bienestar emocional.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
Según el Consejo General de la Psicología de España, con la pérdida de un ser querido, suelen aparecer emociones como la tristeza, la culpa y el resentimiento. Desde un punto de vista psicológico, es importante aprender a gestionar el duelo. Algunas recomendaciones para transitar estas etapas son las siguientes: Poder dedicarte tiempo, hacer actividades placenteras como hacer deporte, escuchar música y salir con los amigos, son de gran ayuda. Recordar que permitirse tener sensaciones placenteras no significa que ha olvidado a su ser querido, sino que tiene la fortaleza para seguir adelante. Permítete ser flexible y respetar tus emociones a la hora de enfrentarte a las reuniones navideñas. En opinión del Dr. Carbonell, las etapas del duelo son un proceso natural. Aprender a aceptarlas y gestionarlas de manera saludable es clave para transitar el duelo. Recordar al ser querido con alegría puede ayudar a gestionarlo de manera más adaptativa y saludable.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que el fenómeno de “los princesos” surge de un cambio generacional en el que muchos hombres han pasado de llevar toda la iniciativa —a veces incluso en exceso— a adoptar una postura más pasiva, buscando seguridad para no sentirse rechazados. Señala que hoy las relaciones se entienden más desde la igualdad y la negociación, dejando atrás la idea rígida de roles entre hombres y mujeres. Por ello, recomienda no caer en la pasividad mutua: para gestionar este tipo de dinámicas, ambas partes deben asumir que la iniciativa es cosa de dos y que, si nadie da el paso, la relación simplemente no avanza.