Impacto de la pornografía en adolescentes

5 de febrero de 2019

Hoy en día los niños y adolescentes tienen un fácil acceso a internet y por tanto, a no ser que sus padres instalen un programa que regule su contenido, tienen libre acceso a imágenes, videos e información sexual. Los menores pueden encontrarse ante este tipo de archivos incluso de forma involuntaria, ya que a veces aparece publicidad de tipo sexual, aunque naveguen en una página de otra temática. De hecho, una gran parte de los niños de 9 años, manifiesta haberse topado con anuncios de contenido sexual. Así lo refleja un artículo publicado por Diana Oliver en “El País” en diciembre del 2017.

Las estadísticas demuestran que la edad de inicio en las relaciones sexuales se da cada vez más pronto. En España la media se sitúa sobre los 16 años. El problema principal, es que muchos jóvenes dan como válida la información que se encuentran respecto al sexo. Si el desarrollo sexual no va de la mano de una educación sexual adecuada , los jóvenes se guían durante sus primeras experiencias, por las prácticas y los roles que han aprendido en internet.

Para evitarlo los padres deben involucrarse en el proceso, informar, explicar y asesorar sobre la sexualidad a sus hijos. Idealmente, tanto en colegios como en organismos pertinentes debería realizarse programas y talleres que garanticen que los jóvenes entiendan en qué consiste la sexualidad.

En opinión del Dr. Carbonell los adultos no podemos ignorar la extraordinaria exposición que tienen los niños y adolescentes a través de internet de la sexualidad. Es de todos conocido que la sexualidad en internet dista mucho de lo que son las prácticas sexuales normales. Por consiguiente es de vital importancia estar muy pendientes de educar y proteger a los más vulnerables en temas relacionados con la sexualidad.

Por Instituto Carbonell 6 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los microdesprecios, aunque pequeños y a veces inconscientes, son de las conductas que más desgastan una relación. Señala que estos gestos —no tenerte en cuenta en planes, dejarte al margen en detalles cotidianos o ignorarte en situaciones sociales— minan poco a poco la autoestima y deterioran vínculos con parejas, familiares, amigos o compañeros de trabajo. Propone como prueba clave imaginar si la otra persona se sentiría despreciada si tú hicieras lo mismo: si la respuesta es sí, entonces estás ante un microdesprecio. Concluye que la única forma de protegerse es identificarlos, confrontarlos y, si es necesario, tomar distancia para no permitir que sigan afectando tu bienestar emocional.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
Según el Consejo General de la Psicología de España, con la pérdida de un ser querido, suelen aparecer emociones como la tristeza, la culpa y el resentimiento. Desde un punto de vista psicológico, es importante aprender a gestionar el duelo. Algunas recomendaciones para transitar estas etapas son las siguientes: Poder dedicarte tiempo, hacer actividades placenteras como hacer deporte, escuchar música y salir con los amigos, son de gran ayuda. Recordar que permitirse tener sensaciones placenteras no significa que ha olvidado a su ser querido, sino que tiene la fortaleza para seguir adelante. Permítete ser flexible y respetar tus emociones a la hora de enfrentarte a las reuniones navideñas. En opinión del Dr. Carbonell, las etapas del duelo son un proceso natural. Aprender a aceptarlas y gestionarlas de manera saludable es clave para transitar el duelo. Recordar al ser querido con alegría puede ayudar a gestionarlo de manera más adaptativa y saludable.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que el fenómeno de “los princesos” surge de un cambio generacional en el que muchos hombres han pasado de llevar toda la iniciativa —a veces incluso en exceso— a adoptar una postura más pasiva, buscando seguridad para no sentirse rechazados. Señala que hoy las relaciones se entienden más desde la igualdad y la negociación, dejando atrás la idea rígida de roles entre hombres y mujeres. Por ello, recomienda no caer en la pasividad mutua: para gestionar este tipo de dinámicas, ambas partes deben asumir que la iniciativa es cosa de dos y que, si nadie da el paso, la relación simplemente no avanza.